La innovación, el reto y la seguridad de lograr las cosas llevan a los creadores de la pequeña pantalla a ingeniarse estrategias y poner en práctica ideas que al concretarlas superan hasta sus propias expectativas, brindándole al público televidente un trabajo de calidad.
Uno de estos casos es el papel de la reconocida actriz estadounidense Sarah Paulson, quien protagoniza a las siamesas Bette Tattler y Dot Tattler, en la cuarta temporada de la serie American Horror Story, producida por el guionista, director de cine y televisión norteamericano, Ryan Murphy.
El reto en esta producción, entre otras cosas, fue la grabación de las escenas donde participan las siamesas, que se prolongaba hasta por 15 horas, para lograr captar los primeros planos y planos medios, entre otros; mientras que con el resto del reparto lo máximo de tiempo invertido fue de cinco horas.
También para la actriz Sarah Paulson esta experiencia fue un reto, puesto que interpretó a dos personajes, dos actitudes, dos expresiones y diferentes historias. La protagonista tuvo que ser zurda y derecha. Aprendió a caminar de una manera particular, por lo que se documentó sobre este detalle específico y logró cumplir con las exigencias del papel.
Entre los seguidores de American Horror Story surgía la inquietud de cómo sería posible que Sarah Paulson lograra mantener las cabezas de las siamesas, pero el trabajo técnico, con la elaboración de un molde de la cabeza de Paulson, y de maquillaje corporal, para después trabajar en dos prótesis para las siamesas, respondió las preguntas de los fans.
Cuando en su actuación Sarah Paulson está protagonizando a Dot, lleva una cabeza falsa a su lado izquierdo que representa a Bette. Otro dato curioso de esta producción es que la actriz es quien hace ambos diálogos representativos de las siamesas, ya que Paulson no aceptó que otra persona personificara a alguno de sus personajes.
Entre la experiencia de Sarah Paulson en la grabación de los diálogos están los diferentes tonos de voz y acentos de cada personaje, lo que sin duda alguna fue un trabajo difícil.