La famosa marca Dolce&Gabbana lanzó su más reciente colección basándose en un concepto único que asegura que los opuestos sí se atraen, desfilando en pasarela piezas de arte que aunque parecen no combinar, los diseñadores demostraron que pegan a la perfección.
Aunque parezca alocado Domenico Dolce y Stefano Gabbana supieron mezclar trajes de campeones de boxeo con esmóquines de seda, ligaron lo religioso con lo profano y hasta lo católico con lo erótico, colocando como plato principal la historia y el arte.
Dolce&Gabbana suele escoger en sus desfiles una temática, la cual explotan al máximo y esta vez no fue la excepción. La pasarela tuvo un estilo barroco con un gigantesco altar que asemejaba oro, con espejos desgastados y tonos rojos en algunas zonas.
En esta colección no faltaron las camperas bordadas, los vestidos floreados y muy coloridos, trajes monocromos y mucho menos las coronas, lo que le dio un estilo de realeza a su más reciente desfile que contó con la participación de grandes celebridades como Shawn Mendes, Mariano Di Vaio, el actor y modelo argentino Horacio Pancheri, la top model Naomi Campbell y la actriz italiana Monica Bellucci para el cierre de la pasarela.
Continúan dando de qué hablar
Los diseñadores, que ahora está en el ojo del huracán por tildar de "fea" a Selena Gomez, siempre quieren estar en la boca de todos.
Luego de las declaraciones en donde afirmaron que la firma cerraría luego de la muerte de alguno de ellos, además de la controversia sobre el tema de la diversidad sexual y las familias tradicionales, decidieron presentarse en Milán aprovechando ambos temas bautizando su colección con lema “Love is love” (el amor es amor).
El desfile se completó con parejas paseando de la mano: dos mujeres en esmóquines o dos caballeros con las batas de seda de Playboy, ancianos, millenials, parejas sin hijos, hasta un hombre y una mujer con un niño en brazos que simbolizó a la familia tradicional.