Un objeto muy común en ciudades congestionadas de automóviles son los parquímetros que bordean las aceras junto a los lugares de aparcamiento. Se trata de una forma autónoma de que la ciudad cobre por el espacio que ocupan los vehículos estacionados a lo largo de la acera en zonas de alto tráfico, limitando la estancia a un determinado número de minutos.
Si bien es cierto que a lo largo de los años estos aparatos han evolucionado introduciendo parquímetros electrónicos que facilitan el pago con tarjeta, en algunas zonas como Venice Beach, en Los Ángeles, California (Estados Unidos), los parquímetros todavía funcionan con monedas.
Este hecho ha despertado el ingenio y la picaresca de algunos para evitar pagar por esos minutos de aparcamiento en el bullicioso barrio costero de aire bohemio y zonas comerciales de Venice Beach.
Emily Elizabeth y una amiga suya se encontraban en Venice Beach cuando un hombre se les acercó justo en el momento en que iban a pagar por aparcar su coche en una zona de estacionamiento regulado para ofrecerles pagar el estacionamiento.
Ellas aceptaron y el hombre se dejó grabar mientras demostraba su truco para no pagar el parquímetro.
Utilizando una moneda pegada en un palo de plástico, el hombre mete y saca el invento dentro de la ranura de las monedas del parquímetro repetidas veces para acumular el tiempo límite y lograr que la máquina emita el ticket.
Por supuesto, las chicas no podían estar más agradecidas. "¡Eres un genio!", se escucha decir a una, muy emocionada.
Fuente DPA.