El 10 de abril de este año, se cumplieron 48 años desde la noticia dada por Paul McCartney al público del final de The Beatles, en el que se mostraba en la portada del periódico The Daily Mirror “Paul deja los Beatles”, un hecho que para el momento muchos sabían que ocurriría porque habían dejado de funcionar en conjunto desde meses previos.
Los integrantes de The Betles se distanciaron una vez que concluyó el álbum Abbey Road, pero nadie quería que luego de diez años la separación finalmente sucediera. Hecho que demás sirvió al cantautor para promocionar su disco en solitario, lanzado el día 17 del mismo mes y aclamado por los seguidores de la banda británica, que se mostraban desolados por la noticia de la separación.
Uno de los primeros en manifestar que abandonaría el grupo para adentrarse a probar nuevos sonidos como solista fue John Lennon en 1969, pero que no lo manifestó públicamente por solicitud de Paul McCartney. Éste curiosamente aprovechó el momento para beneficio propio, en vista que desde ya hacía tiempo comenzaba a iniciarse por su cuenta en las tendencias pop.
En cambio, el baterista Ringo Starr se dedicaba a experimentar en producciones cinematográficas.
Otro de los motivos que influenciaron la separación, fue la muerte del considerado quinto Beatle y uno de los descubridores de la banda, su representante Brian Epstein en 1967. Posteriormente, fue sustituido por Allen Klein quien había trabajado representando la banda de Mick Jagger, The Rolling Stones.
Por su parte, los seguidores creen que uno los factores que motivó a su disolución (a pesar de que estos nunca lo indicaron) fue la aparición en el hermético grupo de la artista japonesa-estadounidense Yoko Ono en la vida amorosa de John Lennon, convirtiéndose en una frecuente visitante en los estudios de grabación. Rompiendo así con una regla aparentemente tácita en el grupo, era el no ingreso de sus mujeres en esos espacios.