De acuerdo al magazine , hace sólo unos pocos años la actriz británica Emilia Clarke contaba con dos créditos de filmación en su currículo: papeles simples en una telenovela y una película hecha para la televisión.
Ahora la Madre de Dragones gana, según los informes, unos 7 millones de dólares por temporada en la serie de HBO, Game of Thrones, que se transformó en la más vista de su historia.
Nacida en el otoño de 1986, Clarke creció en el pintoresco condado de Buckinghamshire, al sur de Inglaterra. En el internado, participó en eventos deportivos como la regata, pero gracias a una mala decisión suya el equipo que conducía no logró clasificar.
También desarrolló una temprana obsesión por Audrey Hepburn cuando vio My Fair Lady. Solía decir: “Juro por Chanel”, cuando quería que la tomaran en serio.
Más adelante, asistió al famoso Drama Center London, que cuenta con los destacados Colin Firth, Michael Fassbender y Tom Hardy entre sus ex alumnos.
Emilia apareció en una película estudiantil de la Universidad de Londres. Consiguió su primera aparición en TV con papel simple en el show Doctors, telenovela de Reino Unido similar a lo que fue ER en Estados Unidos.
Un año después, interpretó a un adolescente en la película de monstruos Triassic Attack. La trama seguía a un sheriff mientras lucha contra tres fósiles de dinosaurios que cobraron vida en una pequeña ciudad.
Trabajaba en seis trabajos para pagar el alquiler, cuando su agente llamó para decir que obtuvo una audición en un nuevo programa de HBO. Como preparación para la audición de Game of Thrones, ella leyó el libro A Song of Ice and Firede George R.R. Martin y escuchaba la música de Tupac Shakur para sentirse indomable.
“Vimos cientos de personas para el papel. Este personaje requería a alguien con una vibra similar a la de Juana de Arco. Solo había una actriz que podía hacer eso”, opinó D.B. Weiss, guionista y productor ejecutivo de GOT.
Daenerys Targaryen, su papel, es una joven fuerte, confiada y valiente que intenta reclamar el Trono de Hierro para su Casa.
En la primera temporada, Dany incubó tres dragones, lo que le valió el apodo de Madre de Dragones. En la vida real, Clarke lleva un collar dorado con las iniciales "MOD", que le dieron Weiss y el productor David Benioff. Desde entonces ha intentado apoderarse -en vano- de los huevos de dragones que se mantenían en el set.
Durante una épica escena, su rol Daenerys mordía el corazón crudo de un semental, como parte de un ritual antiguo. Clarke debió repetir el momento unas 25 veces. Dijo: “Sabían a mermelada congelada, con un toque de lejía”.
En el 2013 recibió una nominación al Emmy como mejor actriz de reparto en una serie dramática. Junto a ella sus colegas Peter Dinklage (Tyrion Lannister), Nikolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister), Kit Harington (Jon Snow) y Lena Headey (Cersei Lannister), tienen los papeles más importantes, por lo que negociaron salarios más altos.
Clarke interpretó además a Holly Golightly en la versión de Broadway de Breakfast at Tiffany's. La crítica no se apiadó del talento de la británica, por cuanto el show cerró tras 38 actuaciones. El papel requería que cantara, y sí que lo hacía bien.
Rechazó el papel de Anastasia Steele en Cincuenta Sombras de Grey, porque no quería que la etiquetaran como a actriz que siempre se desnuda. Optó por pelear por el rol de Sarah Connor en Terminator Genisys, junto a Arnold Schwarzenegger que recaudó 170 millones de dólares en taquilla.
“Requirió mucha actividad física en el set. Las horas se hacían largas y las armas eran tan pesadas. Aun así se cumplió el cometido”, reveló la morocha.