Quentin Jerome Tarantino, nacido el 27 de marzo de 1963 en Knoxville, Tennessee, Estados Unidos, es un destacado director y guionista cuyas películas se caracterizan por su violencia estilizada, diálogos nítidos y fascinación por el cine y la cultura pop.
Tarantino trabajó en una tienda de videos en el centro de California, antes de vender dos guiones cinematográficos que fueron True Romance (1993) y Natural Born Killers (1994) de Oliver Stone.
En 1992 hizo su debut como director con Reservoir Dogs, una película violenta sobre un robo fallido en una joyería, y desde aquel momento marcó un antes y un después dentro de su género.
Como homenaje a su amplia trayectoria, recordaremos cinco de sus geniales obras, que definen la chispa y creatividad de ese singular director tras las cámaras.
Inglourious Basterds (2009)
No es tan cohesivo como otros proyectos de Tarantino, pero sí se destaca por presentar a Christoph Waltz, quien ganó el Oscar por su actuación como el sociópata Coronel Landa, uno de los villanos cinematográficos más convincentes.
La escena de apertura de la película, una partida de ajedrez verbal de 15 minutos de duración, teñida de terror donde Landa rodea a su presa lingüística y físicamente, es sorprendente.
Reservoir Dogs (1992)
El debut de Tarantino fue de mucho peso. Nada sujeto a las reglas de Hollywood, el director deconstruyó la masculinidad a través del monólogo, los enfrentamientos y la eliminación literal de las partes del cuerpo (la escena de la oreja, ¿recuerdan?). Reservoir Dogs siempre se sentirá primordial y un puntapié para infinitos imitadores.
Kill Bill: Vol. 2 (2004)
La película fue sencillamente brutal, por ejemplo, la pelea con la archienemiga Elle más su terrible final, y la confrontación que todos deseaban ver entre Beatrix y Bill fue un desafío dirigido magistralmente.
Lo que lo elevó más allá del mero kung-fu mash-up, fue el afecto de Tarantino por el personaje de la Novia, así como la actuación graciosa, reflexiva y conmovedora de Uma Thurman.
Jackie Brown (1997)
El film Jackie Brown sigue al personaje de azafata caracterizado por Pam Grier, y un cansado fiador interpretado por Robert Forster. Si bien puede carecer del destello y la audacia formal de algunos de sus éxitos más grandes, es sin duda la película más humana de Tarantino. Un retrato de carácter empático de un artista, que a menudo se tilda de sádico injustamente.
Pulp Fiction (1994)
Pulp Fiction es una película en la que los objetos evocan muchos significados: el maletín, el reloj, la espada, la billetera, el batido de cinco dólares. Ninguna otra película creó tan fácilmente su propio lenguaje y mitología de lo genial.
Sólo Tarantino podía cortar y pegar sus pasiones: las películas europeas de cine, las novelas policíacas de bolsillo y las repeticiones de comedias de los sábados por la tarde.
Fue divertida y sorprendentemente pensativa. Travolta lucía increíble, la banda sonora fue asombrosa y es tal vez la gran obra maestra que al mismo Tarantino le será difícil superar.