Dirigir la ceremonia de los premios Oscar puede ser el mayor deseo de cualquier animador, a propósito de la importancia de este evento que reconoce a los mejores actores, directores, productores y películas, entre otras nominaciones referentes al mundo del cine.
La responsabilidad de animar la edición número 77 de este magno evento recayó, a principios del año 2005, en el comediante, actor, guionista, productor y director de cine estadounidense Chris Rock, quien le puso su toque particular.
El carismático Rock hizo gala de una particular parodia para referirse a los actores más famosos. En el inicio del espectáculo, visto por millones de personas en el mundo entero, Rock mencionó varios chistes referentes a actores, su fama y ego. De estas bromas no se libraron Russell Crowe, Jude Law y Nicole Kidman.
El comediante, quien es famoso por su humor ácido y su desparpajo, generó inquietudes entre los asistentes y televidentes de la septuagésima séptima entrega de los Oscar, en la que el combate de películas fue entre Million Dollar Baby, de Clint Eastwood, que obtuvo siete nominaciones, y The Aviator de Martin Scorsese, con once nominaciones, entre ellos mejor película y mejor dirección.
En esta edición 77 fue Morgan Freeman uno de los primeros en ser reconocido, tras recibir un Oscar en la categoría de mejor actor de reparto por su papel interpretativo de ex boxeador en el filme Million Dollar Baby.
Para los organizadores del espectáculo, la idea de que el humorista Chris Rock asumiera la presentación era que el show fuese del interés del target juvenil al que aspiraban captar.
En una segunda oportunidad, el guionista y actor presentó la edición número 88 de los premios Oscar. En esta oportunidad, la polémica fue por la falta de actores de color en las nominaciones; sin embargo, los presentes no dejaron de disfrutar del entretenido espectáculo.