Cautivo de su carrera, su familia, de la vida y de todo lo que producía felicidad, así se encontraba el cantante puertorriqueño Chayanne con su álbum "Cautivo".
"Un ritmo de vida agotador pero satisfactorio, una carrera artística que muchos añoran y pocos logran conseguir", así define este boricua su existencia, quien siempre ha estado ligado al mundo del espectáculo y creyendo fielmente en la capacidad de amar y ser mejor cada día.
Este puertorriqueño, que comenzó su carrera artística desde que tenía 10 años, aseguró disfrutar en los conciertos del cariño de la gente, de sus emociones, de la coquetería y sobretodo del momento, y añadió que no puede echar de menos otro tipo de vida porque no tiene comparación.
Acostumbrado a estar sobre el escenario, rodeado de personas, consejos y anécdotas, no podría tener otro estilo de vida que implicara renunciar a todo esto.
Durante una entrevista con la agencia EFE, el cantante también confesó que hay canciones con las que se identifica más que otras y en las que ha cantado de sentimientos que apenas conoce, como es el caso del desamor.
De cada una de sus aventuras nace la posibilidad de componer una canción. El cantante asegura que se trata de un círculo en el que cada una de sus experiencias logran convertirse en canciones.
Además, recordó que estar en contacto directo con tanta gente le ha permitido escribir otras historias y ponerse en el lugar de otros con sus sentimientos.
"Siempre he vivido muy rápidamente. He podido sentir dolor, pero nunca he tenido una relación con las suficientes raíces como para conocer el gran dolor del desamor. Cuando hablo de ello en mis canciones, me meto en la piel de un personaje como si fuera una película", aseguró el cantante.
Chayanne, que se encontraba en España en ese momento para promocionar su álbum "Cautivo", explicó que hace todas sus canciones con el mismo entusiasmo, pero el éxito depende del gusto de la gente.
En las canciones del disco, Chayanne mezcló el pop con el rock, manteniendo así su estilo de baladas de amor y desamor. Además de una incursión en lo que llamó "el retro contemporáneo", con temas que se acercan a sonidos de los sesenta, desde el rock and roll al swing, estilos con los que creció en Puerto Rico.