Blake Lively comenzó sus andanzas en la actuación con apenas once años de edad. Su padre Ernie Lively dirigió “Sandman”, el film en donde ella comenzó a abrirse camino en el mundo del cine y la televisión.
Pero la fama tocaría a su puerta cuando aceptó su papel en “Gossip Girl”, interpretando a Serena Van Der Woodsen, personaje que llevaba interesantes atuendos y outfits, una de las cosas que hizo que Lively aceptara el trabajo.
Entonces a partir de allí se convertiría para muchas chicas en un modelo a seguir en cuanto a moda se refiere, tanto fue así que pasado un episodio de la tira, al día siguiente se agotó la existencia en las tiendas de la ropa que usaba.
La hermosa rubia de Hollywood indudablemente tiene un gusto exquisito por el estilismo y se caracteriza por llevar indumentarias que la hacen ver sexy, pero elegante a la vez.
Todo este revuelo en cuanto a sus indumentarias le han hecho convertirse en una pieza codiciada para las grandes marcas de diseñador. Gucci la elegió para ser la imagen de una de sus fragancias, lo que hizo que se potenciara aún más como un símbolo del glamour y el buen vestir.
Su matrimonio y posterior embarazo no le restaron elegancia
Luego de casarse en 2012 con el también actor Ryan Reynolds, la actriz quedó embarazada y este hecho no le resté ni un solo centímetro de su refinado gusto. Con lo que echaría por tierra todas las versiones que dicen que estar embarazada es sinónimo de vestimenta aburrida.
Pero entonces, ¿cuál es truco de esta guapísima mujer californiana? Al parecer ser todo radica en un simple mandamiento: ser fiel a su estilo y el gusto innato por la moda.
Ella misma ha afirmado en diversas ocasiones que le gusta innovar y jugar con lo que tienen en su placard, pero sobre todo y un dato que resalta es que no tiene a nadie que la asesore, es ella misma quien se encarga de elegir sus indumentarias, bien sea para asistir a la Red Carpet o para ir al super.