No es posible considerar a Brie Larson como una novata, sabiendo con anterioridad su listado de producciones en la gran pantalla.
Ella intervino en 21 Jump Street, Scott Pilgrim vs. the World, 13 Going 30 y más, pero de acuerdo a su opinión Kong: Skull Island fue la que le dio más trabajo físico... como nunca antes.
La oscarizada actriz interpretó a una fotógrafa de guerra que se unió a una expedición hacia a un remoto páramo del Pacífico Sur, donde había monstruos gigantes más allá del popular rey de los simios.
Brie, de 28 años, recalcó a la prensa estadounidense que pasó parte del rodaje asistiendo a galas de premios, aceptando trofeos, y regresando nuevamente al set para ensuciarse las manos.
“Nunca había hecho una película de tales proporciones. Agradezco haber trabajado con ese equipo y en aquellos lugares tan asombrosos, en vez de sólo estar frente a una enorme pantalla verde. Imaginar a Kong es una cosa, pero tratar de idear el entorno es un desafío mayor”, dijo la blonda.
Para el filme tuvo que trabajar mucho en su cuerpo, debido a la exigencia del guión. “Entrené unos dos meses antes de comenzar la película. Me alegro de haberlo hecho porque la resistencia que se necesita para una producción así, va más allá de mi comprensión. En ella, nunca dejamos de movernos”, comunicó.
Con todo el “ejercicio extra”, Larson se sintió más fuerte, veía su cuerpo más tonificado, y hasta subió un poco su nivel de autoestima, teniendo esa sensación de que “podía encargarse de cualquier cosa”, según ella.
“Fue una experiencia maravillosa, y me preparó un poco para lo que me espera con el equipo de Marvel. Es increíble cómo cambia todo cuando te sentís más segura de vos, de lo que sos… no te preocupás tanto por lo que sigue”, culminó.