El rito de apareamiento de una curiosa ave de Oceanía levantó el interés de un grupo de científicos, quienes quedaron sorprendidos al ver como este pájaro adquiría un color negro tan intenso que jamás se había visto.
En el acto, esta ave despliega todas sus plumas de color negro y empieza a mover su cuerpo con el objetivo de atraer a la hembra. Durante el período del cortejo, el plumaje adquiere un color tan oscuro que es imposible determinar las partes de su cuerpo. Esta situación es la que despertó la atención de los expertos, quienes iniciaron una investigación para buscar una explicación.
En primera instancia, un equipo de biólogos de la Universidad de Michigan aseguró que el color era producto de alguna especie de tinte de la naturaleza. Tras las pruebas se confirmó la teoría, y se conoció que ese efecto lo causaban las mismas plumas al absorber una gran cantidad de luz solar.
Los resultados fueron publicados en la revista Nature Communications, donde se conoció que estos avances ilusionaron al grupo de especialistas que continuaron con las investigaciones, y además decidieron dividir las plumas de esta curiosa ave en dos grupos: las oscuras y las supernegras.
Las primeras revelaron tener características similares a las de otras aves comunes, pero las supernegras estaba constituidas por microestructuras que impiden que la luz rebote provocando un índice de refracción de luz solar que rondaba apenas el 0.5 %.
Este valor provoca en los machos la capacidad de absorber prácticamente toda la luz que les llega, lo que exagera el brillo de los colores adyacentes logrando el interés y la atención de la hembra que intenta aparear.
Por último, se conoció que la tonalidad oscura que logra generar esta ave con sus plumas es la más intensa que se pueda encontrar en la naturaleza.