En el cine hemos visto muchas veces al actor Arnold Schwarzenegger salvando la vida de otras personas. Sus músculos y su imponente figura lo hacen lucir como un hombre fuerte, capaz de vencer cualquier mal o proteger del peligro a los seres humanos. Y precisamente esa figura lo hace el candidato perfecto para aquellos papeles donde se requiere una persona con mucha fortaleza.
Sin embargo, en la vida real Schwarzenegger también puede protagonizar escenas similares a las que hace en la pantalla grande y salvar de la muerte a terceros. Así lo demostró en el año 2004.
En aquel entonces, Schwarzenegger, quien para el momento era gobernador de California, disfrutaba de diez días de vacaciones familiares en una playa de Hawai, un estado de EEUU que es famoso por sus islas, sus paisajes escarpados con acantilados, cascadas, selvas tropicales y litorales con arena de color dorado, rojo, negro e incluso verde.
Arnold estaba nadando hacia su esposa Maria Shriver cuando se percató del peligro que corría un bañista, quien estaba a más de 180 metros de la orilla. El hombre se mantenía a duras penas en el agua, agarrado a su tabla de surf, mientras intentaba flotar.
Schwarzenegger nadó hasta donde estaba aquel hombre, le dijo que se sujetara a la tabla y lo llevó nadando hasta la orilla.
Durante su desempeño como gobernador de California, ocurrió otro hecho curioso en la vida de Schwarzenegger. Y es que el estadio Graz Liebenau, conocido también como el UPC-Arena, ubicado en Austria, llevaba el nombre del actor; sin embargo, se lo cambiaron en 2006 porque en su etapa como primer mandatario regional estuvo a favor de la pena de muerte.
Schwarzenegger fue electo gobernador de California en 2003 y volvió a ganar en 2006. Es el inmigrante que más lejos ha llegado en el mundo político de Estados Unidos desde John G. Downey en 1862.
Durante su cargo político, el actor rechazó su sueldo como gobernador, que representaba unos 175.000 dólares anuales. Ese dinero lo donó a los más necesitados y les subió el sueldo a los funcionarios públicos.