Un hombre musculoso siempre atrae miradas.A muchas mujeres les gustan aquellos individuos que tienen sus brazos, piernas, pecho y abdomen bien definidos, y si son famosos, pues la atracción es mayor.
Arnold Schwarzenegger es un ejemplo de ello. Su musculoso cuerpo hace delirar a más de una chica y fue una de sus características físicas para alcanzar la fama en la gran pantalla. Pero ese volumen de masa muscular se lo ganó a pulso.
Schwarzenegger tiene actualmente 70 años y desde los 15 entrena con pesas. Cinco años más tarde ganó el título de Mister Universo, un campeonato anual de culturismo organizado por la National Amateur Bodybuilders Association (Asociación Nacional de Culturistas Aficionados).
Tras ese triunfo encadenó siete victorias en la competición de Mister Olympia entre 1970 y 1980, y actualmente sigue siendo un ícono de este deporte. El actor, famoso por su personaje como villano en la exitosa Terminator, escribió varios libros y artículos sobre su práctica e incluso el evento Arnold Sports Festival, que lleva su nombre, es considerado una de las mejores competiciones de fisicoculturismo en estos momentos.
Para alcanzar estas metas, Arnold tuvo un estilo duro de entrenamiento con alimentos enfocados a una buena nutrición. Para ello se estructuró un plan de alimentación que consistía en 5 a 6 comidas por día: 3 de alimentos completos y 2-3 de alimentos más pequeños.
Por día, Schwarzenegger consumía un total de 5.000 calorías. Además era costumbre ingerir carbohidratos dentro de los 30 minutos posteriores al entrenamiento, al tiempo que tomaba batidos de proteínas para alcanzar su ingesta total de albúminas.
Arnold siempre entrenó pesado, trabajando los pectorales tres veces en la semana y los dorsales en el mismo día; hacía pesas seis días y uno descansaba. El resultado de esta exhaustiva rutina no tardó mucho en aparecer. Tras cinco años en este régimen, el pectoral de Arnold pasó de 99 cm a 147 cm -una ganancia de 48 cm- en la década de los 70.
Hoy día los pectorales de Arnold Schwarzenegger no son tan voluminosos; sin embargo, el actor es reconocido como uno de los fisicoculturistas más importantes de todos los tiempos y su embajador más carismático.