En 2007, un iracundo Alec Baldwin se convirtió en el blanco de la prensa, cuando dejó un lamentable mensaje de voz al buzón móvil de su hija Irleand, que tomó estado público.
Allí se le escuchó decir varias amenazas e insultos a su primogénita, catalogándola de ser una “cerda grosera e irreflexiva”.
Lo curioso fue que en aquella fecha Irleand tenía 11 años, y el evento empañó la imagen de Baldwin. Para muchos, era una persona con temperamento volátil y nocivo para su propia familia.
“Hay personas que me amonestan o atacan, y usan eso como punta de lanza constante. Es como una costra que nunca sana... siempre está allí. A mi hija le afectó mucho, sé que la lastimó”, contó Alec durante una aparición en el show Good Morning America.
El mensaje surgió luego de que hiciera varias llamadas a Irleand que nunca pudo contestar, lo que habría sacado de quicio al artista. Aparte de "cerda grosera", se atrevió a decirle que “no tenía cerebro, ni la decencia como ser humano”… desconocemos para qué.
“Me importa poco que tengas 11 años, o que seas una niña, o que tu madre sea un dolor en el culo, que no le importa lo que tú hagas. Una vez más he hecho el ridículo tratando de comunicarme contigo. Me has humillado por última vez”, fue parte de la intensa descarga telefónica.
El tiempo pasó y ambos, padre e hija, limaron sus asperezas. Hasta se les vio juntos en premios y eventos de renombre en Hollywood, pero esa mala espina sigue clavada en Alec.
Para tratar de olvidarlo, se tomó una foto con Irleand, mientras leía un cuento sobre un cerdito, burlándose de la situación que no debió pasar.