Megan Warburg, de 31 años, y su hija de 6 años comparten afición por el mundo del gimnasio hasta tal punto que participan juntas en competiciones de halterofilia.
“Jayde quería empezar a hacer halterofilia porque iba al gimnasio conmigo y me veía levantar pesas. En cuanto empezó y se dio cuenta de lo fuerte que es, se apasionó”.
Tras 10 años de gimnasio, Megan decidió que quería llevar su forma física a un nuevo nivel con la halterofilia olímpica.
Después de asistir a varias sesiones de entrenamiento, empezó a enamorarse de este deporte y su hija decidió que ella también quería practicarlo.
Bajo la atenta mirada de su madre y de su entrenador, la niña empezó a agarrar el hábito a la halterofilia y a desarrollar su pasión por este deporte.
Codo con codo, el dúo decidió que querían ir más allá y participar en competiciones y encuentros de gimnasia.
Jayde ha participado ya en dos competiciones de halterofilia y en ambas ha ganado la medalla de oro, y ahora ha inspirado a su madre para que haga lo mismo.
Su récord personal en levantamiento de arrancada es de 9 kg y en empuje de envión es de 12,5 kg.
A la pequeña le encanta su nueva afición, pero lo que más le gusta es poder pasar más tiempo con su madre: “No tengo palabras para expresar lo orgullosa que estoy de ella. Me encanta verla competir y esforzarse al máximo para ser mejor y más fuerte cada día”.
Fuente: EP.