La página reseñó en el 2012 una breve entrevista al convicto Mark David Chapman, autor intelectual del asesinato al legendario músico y ex integrante de The Beatles, John Lennon, a finales de los ochenta.
Chapman, quien hoy tiene 63 años, intentó varias veces salir de prisión por buena conducta, aunque la junta de libertad condicional opinó que su excarcelación “trivializaría” la muerte del que fue un gran ícono del espectáculo extranjero.
El cargo contra Chapman fue homicidio en segundo grado. Esta fue parte de la declaración que emitió ante la junta mencionada.
“Lo ataqué porque él era muy famoso. Quería atención y ya sé que no valió la pena. Fue egoísta tomar así la vida de otro ser humano. Lo lamento profundamente, soy una persona muy religiosa. Siento que, si quedo libre, podría ser ministro en Nueva York”, dijo.
Chapman había conocido a Lennon, por entonces solista, más temprano la noche que decidió acabar con él. El cantante le firmó cordial y pacientemente un autógrafo, en tanto su esposa Yoko Ono aguardaba en la limusina.
“Fue amable conmigo, muy paciente. La limusina estaba esperando. Él se tomó su tiempo y también firmó mi álbum, me preguntó si necesitaba algo más, dije que no y él se alejó. Era un hombre cordial, muy decente”, recordó para asombro de los presentes.
Manifestó que en un breve instante pensó no continuar con el plan que había trazado. Sin embargo, decidió esperar a que regresara y lo atacó. Sacó su arma y le disparó por la espalda.
El portero del edificio de Lennon salió llorando y le pidió que se marchara. Él se quedó allí hasta que llegó la policía.
“No fue nada personal contra John Lennon. Quiero que su esposa entienda que no lo maté por enojo, sólo por ser una persona famosa. Si hubiese sido menos famoso que otros tres o cuatro que tenía en mi lista, no habría recibido un disparo. Esa es la verdad”, concluyó.