El Oscar al Mejor Actor es uno de los premios más codiciados y estimados en Hollywood, que también se toma como señal de respeto de la industria hacia una estrella de cine.
No fue de extrañar entonces, que la decisión de otorgarle la estatuilla a Casey Affleck en el 2017, por su papel en Manchester by the Sea, haya sido polémica.
Después de todo, el actor fue acusado de acoso sexual en el 2010, cuando dos empleadas, una productora y una directora de fotografía en su película I'm Still Here, presentaron demandas en su contra.
Affleck negó esto y ambos casos fueron resueltos fuera de la corte por una suma no revelada. Con un Globo de Oro, un SAG, un BAFTA y ahora un Oscar a su nombre, la carrera de Affleck salió casi intacta del fuerte tropiezo.
El haber obviado tan pronto tales acusaciones, dijo mucho sobre cómo Hollywood trata al hombre poderoso acusado de abusar de mujeres.
Recuerden que Casey tiene de hermano al también ganador del Oscar, Ben Affleck, y eso pudo o no influir en el caso.
Tradicionalmente, el ganador de la estatuilla al mejor actor del año pasado presenta a la nueva mejor actriz y viceversa. Eso significó que Brie Larson debía darle a Affleck su premio… y no estuvo contenta.
Mientras que la actriz mantuvo las cosas profesionales, también hizo una declaración sutil pero definitiva: se negó a aplaudirlo mientras daba el discurso de aceptación, y mantuvo una distancia significativa de él en el escenario.
Larson es defensora de los sobrevivientes de asaltos sexuales, y no fue la única persona del público menos encantada con la victoria de su colega.
Cuando Casey nombró al nominado Denzel Washington, describiéndolo como “una de las primeras personas que lo enseñó a actuar”, la cámara se enfocó al veterano actor y no parecía satisfecho.
Mientras tanto, se pudo ver a Chrissy Teigen fingiendo dormir durante el discurso de Casey como protesta silenciosa.
La acción de Larson fue pequeña y simple, pero millones de personas en todo el mundo la vieron rehusarse a apoyar la voluntad de su industria, respecto a perdonar y olvidar el abuso cuando les conviene… y eso ayudó al cambio que pretenden impulsar.