La moda de llevar animales a los programas de televisión se impuso hace algún tiempo, cuando algunas vedettongas empezaron a mostrar sus perros de cartera en los ciclos de chimentos.
Luego, fueron las participantes de los certámenes de "ShowMatch" las que copiaron esta modalidad y fueron - y son muchas- las que ingresan a la pista con sus mascotas. Pero no sólo ellas, ya que los miembros del jurado también continuaron con esta apuesta: empezó Moria llevando a su chihuahua Kristobal y ahora Graciela Alfano, mostrando sus gatos en "Bailando 2010".
Sin embargo, esta nueva exposición trajo cola, ya que lejos de resultar divertida, empezó a generar grandes controversias.
Todo empezó cuando Graciela quiso generar una amistad entre su gata blanca y el perro de Matías Alé, y la primera terminó arañándole el hocico al segundo; "al pedo", según propia definición del contador de chistes. Pero la manipulación del animal no quedó en eso, ya que días después Alfano apareció con otro gato, aquel que también era de Alé cuando convivían; el mismo que se llamaba "belleza" y ahora se llama "Oscar".
Tinelli había pedido el reencuentro del gato negro con su ex dueño y sucedió. Sin embargo, al mirarlo, Alé descubrió que algo le ocurría a su ex mascota. Del mismo modo Silvina Escudero, avanzada estudiante de veterinaria. Finalmente, la jurado terminó reconociendo que había tenido que medicar al animal para llevarlo al estudio, y ahí empezaron los problemas.
Llovieron las críticas desde todos los ángulos, y hoy, la proteccionista Renee Cormillot, hija de Alberto, se decidió a redactar una denuncia contra Alfano, que distribuirá en los medios de comunicación, acusándola de maltratar al gato.
De hecho contaría con el apoyo de su padre para esta cruzada, que tiene el objetivo de evitar que se exponga con tanta soltura a un animal en cámara, y que se avale su medicación para ser partícipe de un show.