El fabricante vivo y la compañía ZEISS han colaborado para traer nuevos estándares de calidad de imagen y fidelidad de color a sus 'smartphones', desde la captura de una imagen hasta su reproducción en la pantalla, intentando que las fotografías realizadas a través del teléfono móvil se ajusten no solo a la realidad, sino a la percepción que los usuarios tienen de esos tonos en su día a día.
"Cuando observamos algo, recurrimos a nuestros recuerdos y conocimiento de cómo se supone que deben verse las cosas, lo que ayuda a nuestro cerebro a compensar instantáneamente variables como el color de la luz", explica David Abreu, Senior Scientist, Mobile Imaging, ZEISS Consumer Products, que pone como ejemplo un plátano amarillo, que el usuario sigue percibiendo con el mismo color aunque se ponga bajo una bombilla de luz ligeramente azul.
Esto se debe a que nuestro cerebro también usa la memoria de cómo deberían verse las cosas para configurar nuestra percepción, añade Abreu. Se trata de una de las reflexiones que este experto comparte sobre el color y que son la base sobre la que trabajan ambas compañías para mejorar el 'software' fotográfico de los móviles vivo y crear nuevos estándares de calidad.
De la misma forma, indica que "los colores perfectos no son fieles a la percepción humana". El sistema visual no siempre corrige el balance de blancos en situaciones extremas, como puede ser el caso de una escena junto a una chimenea, y por eso para la lente es complicado representarlo correctamente. "Reproducir estos procesos para hacer coincidir la visión artificial con la percepción humana es un desafío clave de la ciencia del color e impulsa nuestro desarrollo de algoritmos", reitera Abreu.
Los equipos de vivo y ZEISS trabajan tanto en el laboratorio como en el terreno. Los expertos se apoyan en las pruebas de laboratorio, pero, al mismo tiempo, ruedan esas escenas en el mundo real, llevando la cámara sobre el terreno para posteriormente recalibrar el sistema y asegurarse de que las imágenes resultantes se acerquen más a la realidad.
"El sistema de imágenes puede apuntar a crear colores tal como son, cómo se recuerdan o cómo el usuario quiere que sean", explica David Abreu. En este sentido, afirma que desde ZEISS saben que la mayor parte de los consumidores desean en sus smartphones "imágenes más vívidas y listas para compartir".
Esta es la razón por la que los dispositivos de la marca vivo ofrecen dos modos de color diferentes: vivo Vivid Colour, que ofrece un aspecto más colorido, y ZEISS Natural Colour, que proporciona un color más real y preciso. Este segundo modo es especialmente valioso para los fotógrafos y profesionales más ambiciosos que desean ajustar manualmente el aspecto de sus imágenes, ya que ofrece un punto de partida más neutral para la posproducción de colores.
Los buques insignia de la marca, como el vivo X70 Pro, ofrecen sistemas de imágenes sofisticados con múltiples módulos de cámara que cubren una amplia gama de necesidades, ya sean selfis, imágenes macro, gran angular o teleobjetivo. Sin embargo, garantizar que este conjunto de 'hardware' funcione de manera consistente es "un arte en sí mismo".
"Diferentes lentes tienen diferentes propiedades de absorción para diferentes longitudes de onda de luz, cada una de las cuales debe corregirse en consecuencia. Los sensores también pueden responder a colores de manera diferente. Dentro del laboratorio de imágenes de vivo se pone un esfuerzo especial en probar, calibrar y hacer coincidir el color de cada módulo de cámara para garantizar que todos ofrezcan una salida uniforme", concluye Abreu.
Fuente EP.