Las vacaciones de verano aumentan el tiempo libre para niños y jóvenes. Durante estos meses, dedican más tiempo a los dispositivos, navegando por internet e interactuando en redes sociales.
Pueden usar los dispositivos para fines no recomendados, eludiendo controles parentales.
El desconocimiento de los riesgos y la falta de formación en ciberseguridad incrementa los ataques maliciosos en verano.
UN 47% DE LOS NIÑOS USA INTERNET ANTES DE LOS SIETE AÑOS
Los ciberdelincuentes aprovechan para lanzar campañas sofisticadas, con consecuencias nefastas para la privacidad de los menores.
La edad de inicio en el uso de dispositivos electrónicos se adelanta. Un 47% de los niños usa internet antes de los siete años, según un informe de Kaspersky.
Estos niños encuentran formas de acceder a internet sin permiso de sus padres, generalmente usando los terminales de sus padres, que no suelen tener restricciones de contenido.
TEMAS DE VIOLENCIA SEXUAL O CON LENGUAJE EXPLÍCITO
Los menores solo necesitan conocer el patrón o el número PIN del dispositivo para acceder a servicios y contenidos inapropiados para su edad.
Los menores pueden encontrar temas de violencia, sexuales o con lenguaje explícito.
Estos contenidos no suelen estar limitados por configuraciones de privacidad adecuadas, exponiendo información personal a extraños, lo que puede llevar al ciberacoso.
LA ANSIEDAD COMO UN PRINCIPAL PROBLEMA
La falta de conectividad genera ansiedad en niños y jóvenes, llevándolos a conectarse a cualquier red WiFi disponible.
Las redes públicas, generalmente, no tienen medidas de seguridad adecuadas, permitiendo a los ciberdelincuentes interceptar datos sensibles fácilmente.
Estas redes carecen de sistemas de encriptación, por lo que los agentes maliciosos pueden acceder a datos de menores, como correos electrónicos y perfiles en redes sociales, y controlarlos remotamente.
LAS CUENTAS ALTERNATIVAS
Las cuentas alternativas son otro problema, ya que no muestran actividad a los padres y permiten a los niños navegar sin restricciones, accediendo a contenidos peligrosos sin supervisión.
El Modo incógnito es una herramienta comúnmente utilizada para proteger la privacidad, ocultando el historial de navegación.
Los niños lo usan para participar en chats con desconocidos y visitar páginas web que sus padres les habrían restringido.
LAS VAULT APPS
Las aplicaciones bóveda, conocidas como ‘vault apps’, son comunes entre menores y eluden controles parentales, ocultando y securizando archivos, datos, mensajes y llamadas.
Utilizan métodos de autentificación como códigos y contraseñas, y emplean falsas utilidades como señuelos.
Algunas se sincronizan con dispositivos como Chromebooks, incorporando navegadores para consumir contenidos no aptos sin necesidad del Modo incógnito.
LAS APPS SE CAMUFLAN EN OTRAS YA INSTALADAS
Es difícil descubrir estas aplicaciones, ya que se camuflan entre otras apps instaladas.
Solo herramientas de análisis forense pueden detectarlas, o analizando los registros de actividad del dispositivo.
Firmas de ciberseguridad como Eset recomiendan mayor interés de los padres. Los adultos deben conocer los hábitos ‘online’ de sus hijos, manteniendo una comunicación abierta y bidireccional.
La confianza y seguridad entre niños y padres es vital para neutralizar riesgos y futuros ataques.
Fuente: EP.