El modo de navegación privada de los navegadores es un gran desconocido entre los usuarios, ya que está rodeado de creencias erróneas que les lleva a no tener clara su finalidad.
La navegación privada presente en navegadores como Firefox y Safari crea una sesión de exploración que no guarda el historial de las páginas webs visitadas en el dispositivo que se está utilizando.
De esa forma, otras personas que accedan a él no podrán conocer su actividad.
Esto es, “ayuda a ocultar la actividad en línea frente a otros usuarios que usen el mismo equipo”, pero no hace “invisible” al usuario, como advierte Mozilla en su página de Ayuda.
Esta matización destaca una de las principales creencias erróneas que los usuarios tienen sobre este modo: que oculta la navegación e impide el rastreo.
Sin embargo, el modo privado permite que los sitios web que se visitan, el centro de trabajo o educativo al que se asiste y los proveedores de servicios de internet puedan realizar un seguimiento.
LO QUE SÍ HACE EL NAVEGADOR INCÓGNITO
Lo que sí hace es borrar las ‘cookies’ de terceros -que personalizan la experiencia-, los datos de los sitios web visitados -la memoria caché- y la información que se introduce en los formularios en línea.
Y si el usuario hace una descarga de un archivo, este permanecerá en el equipo aunque no aparecerá en el historial de descargas.
Las extensiones que el usuario ha instalado en su navegador para ampliar sus funciones pueden utilizarse durante la navegación privada si tienen el permiso habilitado para ello.
Eso sí, si se opta por permitir su uso, hay que tener en cuenta que acceden al historial de exploración y pueden guardarlo.
El modo privado tampoco evita que los sitios web soliciten la ubicación del usuario, ya que es una información que depende de la configuración que haya establecido este en el navegador.
Y no protege del ‘malware’, que puede instalarse en el ordenador o ‘smartphone’.
LA INTERPRETACIÓN SOBRE PRIVACIDAD
Precisamente, hubo un estudio de 2018 realizado por investigadores de las universidades de Chicago (Estados Unidos) y Hannover (Alemania).
Allí, se destacó que entre las creencias que los usuarios tienen sobre el modo de navegación privada es habitual encontrar que previene la geolocalización, los anuncios, los virus y el rastreo.
Dichas huellas son tanto de las webs que se visitan como de los proveedores de Internet.
Y estas ideas equivocadas suelen relacionarse con el significado que los usuarios dan a la palabra privacidad que acompaña al tipo de navegación.
Las creencias erróneas y la poca claridad en las explicaciones llevaron a usuarios a a denunciar a Google.
Lo hicieron con el fin de que reconociera que sí permite el seguimiento de la actividad con el modo incógnito en uso.
A raíz del acuerdo alcanzado en diciembre entre las partes, Google prepara una actualización de la información que muestra en el descargo de responsabilidad del modo incógnito.
De esa manera, busca aclarar la recopilación de datos.
Fuente: EP.