El fenómeno del humor cordobés tiene a Pablo Albella (33) como uno de sus nuevos referentes, quien luego de triunfar en las redes sociales buscará la gloria en la mítica avenida Corrientes con su espectáculo Hola +30.
“Soy publicista y durante la pandemia aposté a hacer videos en TikTok con las ideas que me rebotaban en la agencia, que nada tenían que ver la una con la otra, pero me di cuenta que funcionaban mejor en Instagram”, contó a Ciudad.
Gracias a su profesión, el proceso creativo no lo agobia ni le teme a la hoja en blanco, pero admite que “un scketch de 30 segundos requiere cuatro horas de trabajo entre guión, ambientación, edición, vestuario, etc” porque lo graba sin ayuda.
De hecho, el mural amarillo que aparece en el fondo en la mayoría de sus videos lo pintó él mismo, y formará parte de la escenografía que montará en el miércoles 27 y jueves 28 en el teatro al Astral.
En pareja con Franco, con quien está en pareja desde los 20 años y con quien convive hace 13 años, Pablo se nutre de sus seguidores para sus monólogos: “Si bien muchas historias son autorreferenciales, o historias de familiares y amigos, es increíble la cantidad de comentarios que me dejan con anécdotas para que sume a los shows”.
CARMEN BARBIERI Y NITO ARTAZA, LOS PADRINOS ARTÍSTICOS DE PABLO ALBELLA
La transición de Pablo Albella de las redes sociales al teatro no estuvo eximida de miedos y prejuicios, pero cuando el productor cordobés Giuliano Bacchi lo citó para convencerlo contó con la ayuda de Carmen Barbieri.
“Yo fui con la determinación de rechazar la propuesta de hacer teatro, pero Carmen me habló tanto, me alentó y me tiró tanta buena onda que me persuadió”, expresó.
“Yo fui con la determinación de rechazar la propuesta de hacer teatro, pero Carmen me habló tanto, me alentó y me tiró tanta buena onda que me persuadió”.
“Y así como Carmen Barbieri es mi madrina, Nito Artaza es mi padrino porque siempre me aconseja, me hace sugerencias o comentarios sobre para que mejore mi show”, dijo.
Muchos se preguntan si los miles de seguidores en las redes sociales son huevitos que se compran, pero Pablo Albella comentó que “las marcas se dan cuenta si las interacciones no se corresponden”, y con justa causa celebró que lo reconozcan en la calle y hasta que colmó las plateas “dos teatros de Uruguay”.