Mike Kessler se encontraba practicando kitesurf en Sicilia en 2020 cuando una ráfaga de viento le hizo chocar contra las rocas de un rompeolas.
El kitesurfista se encontraba surfeando las olas y saltando con éxito sobre los rompeolas hasta en dos ocasiones cuando ocurrió el incidente.
Cuando se aproximó al tercer rompeolas, la orientación de Mike era diferente, lo que afectó a la trayectoria del salto, que, sumado al viento, terminó arrastrándolo hacia la pared, en lugar de alejarse de ella.
Mike se estrelló primero contra su tabla y ésta se hizo añicos debajo de él. Por desgracia, el traje de neopreno no le proporcionó ninguna protección, y el hombre terminó con cicatrices en la cabeza, el hombro y la pierna.
Fuente DPA.