Estamos muy preocupados por las acusaciones aparecidas en el diario The Times formuladas por exmiembros del personal del duque y la duquesa de Sussex”. Así comienza un comunicado realizado por el Palacio de Buckingham, que ha querido posicionarse sobre un (nuevo) escándalo que ha sacudido a los miembros de la Casa Real británica, según el cual Meghan Markle habría sido señalada por un par de trabajadores de Kensington Palace que denunciaron a sus superiores un trato vejatorio por parte de la exactriz durante sus jornadas laborales.
Tras conocerse la noticia a través del rotativo británico, la casa de la reina Isabel II ha reaccionado firmemente: “La Casa Real ha tenido una política de Dignidad en el Trabajo durante años y no tolera ni tolerará la intimidación o el acoso en el lugar de trabajo. Nuestro equipo de recursos humanos estudiará las circunstancias descritas en el artículo. Se invitará a participar a los miembros del personal involucrados en ese momento, incluidos aquellos que han dejado el hogar, para ver si se pueden aprender lecciones”, concluye la nota que recogía la experta en Casa Real del Daily Mail en su cuenta de Twitter.
Todo ocurrió en octubre de 2018. Las dos víctimas del presunto 'bullying' de Meghan Markle, que prefieren mantener su anonimato, informaron sobre el dudoso comportamiento de la duquesa a Jason Knauf, jefe de comunicación de los Cambridge y los Sussex antes de que decidieran separar sus oficinas. Knauf informó a Buckingham.
Según The Times, cuando Harry se enteró, intentó interceder por su esposa, y le pidió a Knauf que no informara a la oficina de su abuela para evitar mayores problemas. Kanuf contó entonces lo sucedido a Simone Case, secretario personal del príncipe Guillermo, después de varias conversaciones con Samantha Carruthers, la jefa de recursos humanos de Kensington y Clarence House en aquella época.
En el email de Kanuf a Simon Case, este le contaba que Samantha Carruthers coincidía con él acerca de que se trataba de una situación muy seria. Y añadía: "Estoy preocupado por si finalmente no se hace nada con este caso". Y así fue.
Ademas de estas dos personas, otro extrabajador declaraba a The Times que fue "humillado" por la duquesa y que incluso algunos "temblaban" ante su presencia. Un portavoz de la duquesa ha afirmado que "se trata de una campaña de desprestigio basada en la desinformación". Sin embargo, Buckingham parece no conformarse con la palabra de la exactriz y tomará cartas en el asunto.
Fuente: vanitatis.elconfidencial.com