El príncipe Guillermo ha sido el primer miembro de la Familia Real que ha respondido directamente a los periodistas preguntas relacionadas con la entrevista que Harry y Meghan Markle concedieron el pasado domingo a Oprah Winfrey. Durante una visita a una escuela de Londres, el futuro rey de Inglaterra ha asegurado frente a las cámaras que todavía no había hablado con su hermano, pero que pensaba hacerlo en breve.
Y no solo eso: también que pese a lo que dijeron los Sussex en el programa, “no somos una familia racista”.
Una opinión que difiere mucho de la que tiene la actriz Janina Gavankar, una de las mejores amigas de Meghan, de las pocas que estuvieron en su boda con Harry, y que durante una entrevista ayer en el programa de televisión británica This Morning aseguró que Markle tiene pruebas físicas para demostrar que sus acusaciones hacia la Familia Real son ciertas.
“Estuvimos viendo la entrevista juntas”, reveló Janina para demostrar ante la audiencia que su amistad con la duquesa es muy cercana.
“Estamos todos muy felices de que hayamos entrado en una nueva era. De poder contar la verdad. Las cosas son muy diferentes ahora”, reconoció después de dejar claro que los Sussex le habían dado luz verde para conceder esta entrevista en la que, por supuesto, salió a colación el breve comunicado de Buckingham enviado en nombre de Isabel II.
“Después de leerlo he pensado dos cosas. Primero, que estoy encantada de que palacio finalmente reconozca la dura experiencia que sufrieron Harry y Meghan. Pero por otro lado, también sé que la familia y el personal eran muy conscientes del alcance del problema antes de que ellos lo denunciaran”, aseguró antes de soltar una bomba relacionada con una de las frases que aparecían en ese comunicado: la de que 'los recuerdos pueden variar'.
“Espero que se refieran a los suyos, porque lo que pasó lo vivimos con ellos. De hecho, hay muchos correos electrónicos y mensajes de texto para respaldar todo lo que Meghan dijo”, amenazó la actriz en videoconferencia desde Estados Unidos lanzando un dato que podría alterar mucho la manera en la que la Casa Real inglesa pretende manejar esta crisis.
“Yo hace tiempo que quería salir en su defensa, pero ella nos pidió que nunca hiciéramos comentarios sobre ella porque la institución iba a protegerla de todos los ataques. Y años después hemos podido comprobar que no decían la verdad”, concluyó.
Fuente: revistavanityfair.es