Después de meses ocupando titulares por los supuestos 65 millones de euros que supuestamente transfirió a Corinna Larsen, esta semana se ha sabido que el exrey Juan Carlos dio una gran suma de dinero a otra mujer: Diana de Gales. La información fue destapada por la escritora americana Kitty Kelley en ‘Los Windsor’, un libro que recoge la biografía de Lady Di y su familia.
La obra, cuya venta está prohibida desde que salió a la luz, en 1997, relata cómo el rey emérito envió 45.000 dólares a la madre de los Príncipes Harry y Guillermo en el año 1993. Según narra Kelley, el entonces Rey de España mandó esa cifra a la primera mujer del Príncipe Carlos de Inglaterra porque esta se encontraba en un verdadero apuro.
No eran los mejores años de la ‘royal’, que acudía cada mañana al gimnasio L.A. Fitness, en el londinense barrio de Chelsea, para mantenerse en forma. Una de esas mañanas, mientras realizaba sus tablas de ejercicios, fue inmortalizada.
No la fotografiaron de una manera muy común: le realizaron fotos en posturas algo comprometidas y con una ceñida ropa deportiva que marcaba, quizás en exceso para una princesa, su esbelta anatomía.
Para más, las fotografías fueron tomadas de manera ilícita. El propietario del local, Bryce Taylor, escondió una cámara cerca de uno de los aparatos donde ella hacía ejercicio. Tras la realización de las instantáneas se le hizo chantaje para no publicarlas… Todo ello a cambio de dinero, claro.
El apuro para Diana de Gales fue tal que llamó a su amigo Don Juan Carlos para que le echase una mano. Este, sin pensarlo, le envío 45.000 dólares para ayudarla a frenar los intentos de extorsión. En su afán por echarle una mano, el monarca, según explica Kelley, le transfirió esta suma directamente a su cuenta personal.
Pero el providencial apoyo de Don Juan Carlos no sirvió para mucho. El diario ‘Sunday Mirror’ compró y publicó en portada las fotos, que dieron la vuelta al mundo y supusieron un verdadero escándalo en la época. Nunca antes se había visto a una futura reina en poses y atuendos tan ajustados al cuerpo.
Del paradero del dinero que mandó el emérito a Lady Di no se ha vuelto a tener noticia. Sí queda claro que el gesto pone en evidencia la estrecha amistad entre el padre de Felipe VI y la princesa más querida de todos los tiempos.
En el año 2016, el guardaespaldas de Diana, Ken Wharfe, reveló confesiones que, supuestamente, le había hecho sobre el rey: “Juan Carlos es encantador, pero un poco demasiado atento, demasiado sobón. Es un mujeriego y sé que yo le gusto. Ha coqueteado, incluso delante de la reina”.
Fuente: semana.es