Días atrás, el príncipe Harry anunció que había conseguido su primer trabajo en el mundo empresarial tras su marcha de la Casa Real. Asumirá un puesto ejecutivo en una nueva empresa de Silicon Valley de la que se ha afirmado que posee un valor de 1.700 millones de dólares.
El duque de Sussex será el 'director de impacto' en la empresa de servicios de salud mental BetterUp, donde ayudará a promover una aplicación utilizada por gigantes corporativos como Hilton, Facebook y la petrolera Chevron para mejorar el bienestar de su personal.
En la edición de esta semana del programa semanal 'The Royal Beat' en True Royalty TV, el editor real de Daily Mirror, Russell Myers, ha analizado el nuevo papel del príncipe Harry como director de impacto en esta firma de coaching estadounidense y ha asegurado que los funcionarios de Palacio estarán observando "muy muy de cerca" los pasos dados por el hijo pequeño del príncipe Carlos y Lady Di.
Afirma que existe el temor de que, en su nueva labor profesional, Harry rompa de algún modo el acuerdo firmado con la reina. En ninguno de los materiales publicados para la empresa, Harry debe utilizar el título de príncipe o duque de Sussex. Ningún fin lucrativo a título personal debe estar vinculado, según el acuerdo alcanzado con Isabel II, a la Institución.
Este no es el único motivo de preocupación. Un posible encuentro entre Harry y Guillermo es ahora más posible que nunca. Podría producirse en julio y de tener lugar, ocurriría en medio de la tensión que a día de hoy existe entre los hermanos.
La marcha del duque de Sussex a Estados Unidos ya provocó un gran desconcierto en el duque de Cambridge. El distanciamiento entre los hermanos creció aún más tras la explosiva entrevista concedida por Harry y Meghan a la popular presentadora estadounidense Oprah Winfrey.
En la misma, los Sussex aseguraron que presenciaron algunos comportamientos racistas por parte de algún miembro de la familia real británica que se había mostrado preocupado por cómo de oscura sería la piel de Archie cuando naciera. Días después, Guillermo tuvo que salir al paso afirmando, visiblemente molesto, que su familia no era racista.
No fue el único comentario de Harry que molestó a Guillermo. El esposo de Meghan afirmó que consideraba tanto a su hermano como a su padre, personas atrapadas que le daban lástima.
Según fuentes cercanas a Palacio, existió una llamada telefónica entre ambos después de estas declaraciones, pero la conversación "no fue fructífera". Mientras todo esto ocurría, un proyecto para colocar una estatua de Diana de Gales en su antigua casa, el Palacio de Kensington, estaba en marcha.
El propósito era que la inauguración de la misma se produjera el 1 de julio para conmemorar el que habría sido el 60 cumpleaños de la princesa. Hacía tiempo que tanto Harry como Guillermo habían confirmado su asistencia a este emotivo momento. Pero faltaba el permiso de los funcionarios para que la estatua pudiera ser colocada allí.
Los responsables de monumentos y edificios antiguos debían cerciorarse de que la ubicación de la estatua no dañase las vistas del Palacio y no provocara un impacto negativo en el mismo. Una vez estudiada con cuidado la ubicación perfecta de la estatua, que está siendo creada por Ian Rank-Broadley, cuyo retrato de la Reina aparece en todas las monedas británicas. se ha dado, al fin, luz verde al proyecto.
Jane Siddell, inspectora de Monumentos Antiguos para la Inglaterra Histórica, escribió: 'La instalación de arte propuesta está ubicada dentro del Jardín Hundido, un elemento de los jardines de principios del siglo XX ubicado un poco lejos del frente este del Palacio". La estatua será visible para el público que vea el jardín, pero no afectará a las vistas del Palacio debido a su posición ligeramente hundida y protegida.
Parece que el reencuentro entre Harry y Guillermo el 1 de julio es, por tanto, más posible que nunca si ninguno cancela su confirmación de asistencia a este momento conmemorativo en honor a su madre. En él podrían ocurrir dos cosas: que muestren una imagen de unidad o que la tensión entre ambos se evidencie de manera pública, algo nada recomendable para proyectar una buena imagen de la monarquía.
Fuente: vanitatis.elconfidencial.com