Este miércoles 5, el rey Felipe VI presidió en el Palacio Real la ceremonia de la Pascua Militar junto a la reina Letizia, figuras políticas y representantes de la sociedad civil y el ejército. Hace unos años, sin embargo, era solo un joven alumno de la Academia Militar de Zaragoza que podía divertirse con cierta libertad.
En diciembre de 1985, cuando Felipe de Borbón tenía 17 años y estaba inmerso en su formación militar, se produjo una curiosa imagen en el salón de actos de la academia zaragozana, en la que había ingresado ese mes de septiembre como caballero cadete.
Durante las celebraciones de las fiestas navideñas y sus correspondientes funciones teatrales, antes de Nochebuena, el entonces príncipe se animó a participar disfrazándose de un famoso personaje bíblico.
"Don Felipe pudo vestirse 'anticipadamente' de Rey, en este caso, Gaspar", relata José Antonio Alcina, quien ejerció de tutor del príncipe, en su libro Felipe VI: La formación de un Rey. En aquel momento el futuro heredero ya formaba parte de eventos oficiales: hacía apenas unas semanas se había reunido con el sultán de Omán y se preparaba para la jura de la Constitución ante las Cortes Generales, además de la entrevista para la BBC que concedió ese 13 de enero.
Ya no le hace falta el disfraz para ser monarca, pero ahora que es padre, Felipe continúa ejerciendo de Rey Mago. Hace tres años fue captado por los paparazzi en El Corte Inglés de Pozuelo de Alarcón comprando los regalos para el día de la Anunciación.
Según informó la revista Semana, adquirió tres puzzles 3D del Taj Mahal de la India, la catedral de Santiago de Compostela y la carabela Santa María de Cristóbal Colón, además del robot MIP y una mochila de viaje para doña Letizia.
La tradición de hacer regalos el día de los Reyes Magos también se cumple en la Casa Real española. Su padre Juan Carlos ha sido quien ha recibido uno de los mejores obsequios hasta la fecha. Cuando tenía apenas nueve años, en 1947, un grupo de monárquicos de Bilbao le regalaron su primer velero, el Sirimiri. Luego él se lo pasó a sus hijos para que aprendieran a navegar.
Fuente: revistavanityfair.es