La cuenta de Instagram de la princesa consorte Charlène de Mónaco está claramente monopolizada por dos personitas: sus hijos mellizos Jacques y Gabriella, quienes acaban de cumplir seis años. Ya sea por sus travesuras, por sus divertidos disfraces, o simplemente por lo adorables que son, al final siempre acaban apareciendo, convertidos en absolutos protagonistas.
Es por todo ello que el día de su cumpleaños se esperaba, al menos, una publicación por parte de la princesa felicitando a los pequeños. Y no defraudó.
Gracias a las dos imágenes que Charlène colgó en su cuenta de Instagram nos podemos hacer una idea de lo íntima que fue la celebración, además de lo divertida y dulce para los niños. En la imagen, aparecen los dos pequeños junto a sus padres, una estampa muy diferente a la que pudimos ver en 2019, cuando los amiguitos de ambos celebraron con ellos una gran fiesta infantil con los pitufos como protagonistas. Obviamente, este 2020 las medidas sanitarias no han permitido una reunión tan amplia y por ello se ha tenido que ver reducida al ámbito familiar.
En la imagen, Jacques luce un pijama de pelo calentito con estampado de dálmata y Gabriella lleva uno en rosa con pequeñas cabezas de Mickey Mouse. Ambos estilismos, infantiles y apropiados para recordar el frío momento del año en el que nacieron en forma de una noche familiar.
En cambio, el príncipe Alberto de Mónaco ha elegido un estilismo mucho más formal, con traje de chaqueta, al que ha añadido un detalle divertido: su corbata lleva estampados motivos de fiesta como globos, fuegos artificiales y gorros de cumpleaños. Charlène ha optado por una elegante blusa rosa satinada de cuello alto, con detalles drapeados.
Sin embargo, lo que más llama la atención de la imagen es la decoración, en la que las luces de colores y los numerosos dulces encima de la mesa acaparan todo el protagonismo. Una tarta de limón con 12 velas (seis para cada niño), otra que tiene pinta de ser mucho más dulce con una vela en forma de seis y hasta 12 cupcakes encima de la mesa se llevan toda la atención de los hermanos, que las miran con deseo antes de soplar las velas y poder hincar el diente a los manjares de la mesa.
Aunque el aforo es reducido, eso no significa que Jacques y Gabriella no recibieran sus correspondientes regalos, fotografiados también encima de la mesa junto al resto de tartas. Un cumpleaños diferente, pero seguro que muy especial.
Fuente: revistavanityfair.es