El 13 de abril de 2018, Adabel Guerrero (40) alcanzó su objetivo más deseado: mirar a los ojos al amor más incondicional, tras varios años de lucha. “¡¡¡La huella más profunda de mi alma!!! 20:15hs 3,526kg”, escribió la bailarina, tras dar a luz a Lola, su primera hija, fruto de su relación con Martín Lamela (43).
A seis meses de aquel mágico momento, Adabel celebra con alegría su primer Día de la Madre junto a su hija con una producción de fotos exclusiva para Ciudad. “Es un momento muy especial de mi vida. Es un trabajo muy intenso, pero el más feliz del mundo. Y este es MI día”, asegura, emocionada, tras superar la crisis emocional que sufrió al mes de convertirse en madre.
Abocada de lleno a la maternidad, Guerrero habló de los fuertes cambios en su vida, las ganas de recuperar su individualidad, la intimidad con su pareja y mucho más.
"Un poco cuesta dejar tu vida de lado, pero los primeros meses son así. Yo no tengo niñera, no tengo a mi mamá y mi suegra murió hace poco también. Relegué mi vida en estos seis meses y, de a poquito, iré recuperando mi individualidad. No la dejé nunca, nunca, nunca con nadie, no me separo ni un minuto de mi bebé, pero es mi forma de vivir la maternidad".
-¿Cómo estás viviendo este primer Día de la Madre?
-Es un día tan especial. Estamos en Mendoza visitando a los hijos de Martín (Juan Cruz, de 18; Thiago, de 14; y Valentino, de 10), de su primer matrimonio, que viven acá. El más chico tomaba la comunión y queríamos estar. Tengo ganas de tener un recuerdo inolvidable así que seguramente me mande a hacer una medallita que diga Lola; me la voy a autoregalar. Lo más importante es disfrutar el día con mi bebé, y agradecer a Dios y al universo que puedo festejarlo.
-¿Qué cambió en tu vida en estos seis meses?
-Es tan inexplicable… es difícil de sintetizarlo en palabras. Estoy conociendo un nuevo ser, que está a mi cargo y es mi absoluta responsabilidad. Un poco cuesta dejar tu vida de lado, que no es lo conveniente, pero sí los primeros meses son así. Por lo menos yo, que no tengo niñera, no tengo a mi mamá y mi suegra murió hace poco también. No tengo a casi nadie que me de una mano. Estoy full time con el bebé las 24 horas, relegué mi vida en estos seis meses y, de a poquito, iré recuperando mis actividades, mi individualidad. No la dejé nunca, nunca, nunca con nadie, no me separo ni un minuto de mi bebé, pero es mi forma de vivir la maternidad. Creo que los primeros meses es fundamental que la mamá esté presente porque es lo que le va a dar seguridad para toda su vida.
-Qué pena escuchar lo de tu suegra, Mimi. (N. de la R.: tres semanas antes del nacimiento de Lola, fue inducida a un coma por un problema pulmonar).
-Había salido del coma, pero no pudo lograrlo. Es un Día de la Madre particular porque para mí es el primero, pero también el primero de Martín sin su mamá. También por eso estamos con sus otros hijos que le alegran la vida para que la pase mejor.
-En la producción posás amamantando a Lola. ¿Tenés planeado hacer lactancia prolongada?
-No tengo nada decidido de antemano, estoy dejando que fluya. Todavía le sigo dando teta casi exclusiva porque recién ahora empezó a comer sólidos. Le sigo dando la teta porque es un vínculo hermoso, pero no voy a hacer algo porque me lo digan.
-Recién hablabas de recuperar la individualidad. ¿Con Martín pudieron recuperar la intimidad?
-Estamos como muy concentrados en cuidar a Lola. Es difícil… sobre todo porque duerme con nosotros en la cama. Tiene seis meses y duerme en el medio de nosotros, por pedido de Martín. En realidad, Lola es lo que más nos importa: compartir el nido. Lo demás, hace tantos años que estamos juntos, ya hicimos tantas cosas solos que ahora disfrutamos de ser tres. De a poco, hay que ir disfrutando de cada etapa.
-¿Superaste aquel cimbronazo emocional?
-Estoy mucho más relajada. La cuidé obsesiva y rigurosamente hasta los seis meses, me programé para hacer eso. No quería que me la toque todo el mundo. Encima, siendo pública, salgo a la calle y todo el mundo dice ‘¡ay, Lola!’ y la quieren tocar. O le dan besos en las manos y es lo primero que los bebés se llevan a la boca. ¡¿Cómo no me iba a poner obsesiva?! Entonces, me encerré en mi casa y me quedé hibernando, y el que llegaba se tenía que lavar las manos. Punto. Así de sencillo.
"Con Martín estamos muy concentrados en cuidar a Lola. Es difícil tener intimidad… sobre todo porque duerme con nosotros en la cama. Lo demás, hace tantos años que estamos juntos, ya hicimos tantas cosas solos que ahora disfrutamos de ser tres".
-¿Y ahora?
-Ahora ya tiene seis meses, salgo, la tocan y le dan besos. Te voy a ser sincera, igual mucha gracia no me hace que le den besos en la calle. Pero la gente lo hace con cariño, no se da cuenta. Tampoco dejo que la besuqueen toda. Es un besito en la cabeza y la alejo. Si vos no te das cuenta que no podés invadir mi territorio, me voy a correr yo, pero no soy tan obsesiva como antes. Como te digo, estoy más relajada. Martín, gracias a Dios, entendió que tiene que lavarse las manos cuando llega de la casa.
-Lo adoctrinaste bien.
-Lo convencí, ja ja ja.
-¿Y les gustaría tener otro hijo?
-Ahora no se me cruza por la cabeza, ja ja ja. Pero bueno, dentro de unos años, no lo sé. El problema es que ya voy a tener 45 y es más riesgoso. Vamos a ver, primero que pase la vorágine de Lola.
Fotos: Musepic
Videos y edición: Leandro Bevilacqua
Producción: Aldana Moreno Lusianzoff IG: @adealdanaok
Peinó: Ariel Paredes
Locación: Suipacha 84, CABA FB: /palaciosanmigueloficial
Logística: La llave de Alegra Films
Agradecimientos: IG: @jf.jesusfernandez / Look Vogue / Pascual Lococo