Con el mismo tono y énfasis con el que le reclama al "Ogro" Fabbiani la cuota alimenticia, la panelista le dijo todo lo que pensaba sobre el gobierno a Aníbal Fernández. Lo que menos pensó Roberto Pettinato es que "Un mundo perfecto" se iba a transformar en un debate político televisivo.
Con el Jefe de Gabinete como invitado, el chiste mayor de la noche era ver a un pingüino gigante y a alguien imitando el logo de Clarín peleando en un round improvisado. Pero todo eso pasó a un segundo plano.
"Por momentos parece como que estuviésemos en otro país, ahora me siento en Suiza", arrancó Amalia Granata a decirle a Aníbal Fernández. "No te lo tomes a mal, pero tendrías que conocer un poquito para discutir", contraatacó el Jefe de Gabinete y nada volvió a estar bien entre ellos dos.
A la panelista -cuyo talento fue decir que se acostó con el músico Robbie Williams- se le unió Nacho Goano, que un poco más políticamente correcto le dijo varias cosas a Fernández. Mientras tanto, Pettinato no sabía bien qué hacer ni cómo meter un chiste para traer risas al ambiente "Cuando critico a la Presidenta siento que me catalogan de golpista", le reclamó Nacho a Fernández, que sólo optó por reclamarle que no sea extremista, pero Granata mostró las uñas y le dijo en la cara "Si no pensamos como ustedes estamos marcados y marginados".
Por su parte, la nueva incorporación del programa, Agustina Kampfer, la novia del ministro de Economía Amado Boudou, las cuatro veces que abrió la boca pasaron a la historia como los cuatro comentarios más intrascendentes en la historia de la tele.
Amalia Granata y Nacho Goano se le plantaron al Jefe de Gabitnete, le dijeron todo lo que pensaban y no tuvieron miedo a nada, ni siquiera a Roberto Pettinato, que lo único que quería era hacer un programa de humor. Mnnnnn.