La cantante inglesa Lily Allen fue elegida por la edición británica de la revista GQ como la mujer del año y no encontró mejor manera de celebrarlo presentándose como Dios la trajo al mundo. Cubierta únicamente por un collar, la artista se sincera más que nunca en una entrevista que no dejará indiferente a nadie.
Tres son las portadas que la edición británica de GQ dedica a los personajes del año, en los que, aparte de Lilly, también aparece el actor Micky Rourke como hombre del año y Take That como mejor grupo de música.
Lily, elegida mujer del año por ser una de las artistas más influyentes e innovadoras del panorama público, confiesa no ser nada pudorosa en la entrevista concedida a la revista. De hecho, afirma que no tuvo ningún problema en mostrarse tal y como Dios la trajo al mundo frente al objetivo de Simon Emmet, artífice de las espectaculares fotos de la cantante.
La enfant terrible de la música pop británica también confiesa sin ningún tipo de discreción que no se avergüenza de tomar drogas.
"Creo que, mientras que no seas malicioso y no estés haciendo daño a la gente, no tendrías que avergonzarte de lo que haces. He tomado drogas, se cruzaron en mi camino y me parecen divertidas. No creo que sea una mala persona por tomarlas", declara sin tapujos la cantante.
Fuente: europapress.es