En abril pasado, Rafael Nadal se compró un increíble yate de 23 metros de eslora, valuado en 2,5 millones de euros. La lujosa embarcación pertenece a la firma Monte Carlo Yachts y se hacen exclusivamente por pedido. Luego de dos meses, el tenista encontró la oportunidad perfecta para estrenar la embarcación.
El pasado 3 de junio, el mallorquín cumplió 30 años y, días después, decidió celebrar el cambio de década en el mar Mediterráneo. Tras dejar el torneo Roland Garros debido a una lesión en su muñeca, Rafa se embarcó junto a su novia, Xisca Perelló, y un grupo de amigos en el Beethoven para pasar unos días de vacaciones.
Todo el grupo homenajeó al exitoso tenista español y disfrutó del sol en Formentera, una isla mediterránea de la Comunidad Autónoma Balear. Además, junto con Ibiza y varios islotes forma las llamadas islas Pitiusas. Rafa combatió las altas temperaturas de la primavera europea con unos zambullidas extremas desde la proa del yate.
Y bueno, el que puede, puede.