La edición del jueves de Carpool Karaoke coronó una estancia de una semana en Londres de James Corden con Paul McCartney acompañando al anfitrión del programa de CBS en un paseo en auto.
Entre canciones, el ex Beatle autografió el muro de Penny Lane y visitó la casa de su infancia.
Corden lució evidentemente conmovido mientras McCartney contaba cómo un sueño con su difunta madre llevó a la letra del clásico "Let It Be".
El par terminó en un bar, donde Corden ofició de barman y exhortó a los clientes a usar la rocola. Cuando uno lo hizo, una cortina cayó y reveló a McCartney en el escenario con una banda.
El músico cantó algunos de sus viejos éxitos e invitó a James a acompañarlo en el escenario para "Hey Jude".
Fuente: AP.