El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, afirmó que no hay divergencias con China, al ser consultado sobre la demora en la llegada de vacunas contra el coronavirus, mientras el presidente, Jair Bolsonaro, estaría procurando una comunicación con su colega Xi Jinping, para destrabar las negociaciones.
"Ni nosotros en Itamaraty (Cancillería), ni nuestra embajada en Pekín identificó problemas de naturaleza política o diplomática con China", afirmó Araújo durante una audiencia parlamentaria.
El canciller atribuyó el atraso a la "gran demanda" mundial de vacunas y por el Insumo Farmacológico Activo (IFA) para producir el antídoto.
Brasil inició esta semana la inmunización con 6 millones de dosis de Coronavac, china, una cantidad insuficiente para completar la primera fase del programa de vacunación.
Dimas Covas, director del Instituto Butantan que recibió las vacunas y también está autorizado a fabricarlas, declaró que la inmunización pude ser "interrumpida" si no se garantiza la importación de más fármacos.
Ante ese impasse el gobernador paulista, Joao Doria, dijo que es necesario que "la Cancillería de Brasil y el presidente, Jair Bolsonaro, traten con respeto a China".
El diario Folha de San Pablo publicó hoy que "Bolsonaro intenta hablar con Xi Jinping para que libere los insumos chinos para producir las vacunas"Fuentes gubernamentales dijeron que se encendió una "alerta" ante el riesgo de que si la vacunación no se reinicia el público "responsabilice" por ello al presidente Bolsonaro, informó el canal GloboNews.
Fuente: ANSA.