La televisión abierta se llenó de realities. A partir del lunes, el prime time va a estar dominado por el Cantando en América, Survivor en Telefe, y dos estrenos: Por Amor o por Dinero en El Trece y una nueva edición de Bake Off también por Telefe.
Si bien los realities son la apuesta segura para levantar el rating, no todos funcionan de la misma manera con el público.
Empecemos con el Cantando, que ya no es ninguna novedad. Hace años que dejó de ser un concurso de canto para transformarse en un show bizarro. Lo que antes era genuino y divertido, ahora intenta imitar su mejor época de forma forzada.
Sin embargo, hay que reconocer que la conducción de Flor Peña le dio aire fresco. Las intervenciones del jurado también suman humor y, por momentos, pueden ser bastante entretenidas.
Tal vez, lo que deberían hacer es encontrar una nueva versión más auténtica, desde la conducción de Peña, en lugar de seguir calcando lo que alguna vez funcionó.
Por otro lado, Survivor no tuvo el impacto esperado. Aunque se trata de una súper producción, el público no se enganchó como en la primera edición.
A pesar del despliegue, no logró captar el interés, y el programa terminó aburriendo más que generando emoción. Indudablemente, el formato de supervivencia extrema ya no llama tanto la atención como antes.
En cuanto a Bake Off, esta vez viene con famosos, lo cual puede ser un buen gancho. Pero hay que recordar que la última vez que se emitió en Argentina, el rating no acompañó.
El gran desafío será sostener el interés en un formato diario, porque cuando iba una vez por semana funcionaba mejor.
¿Lograrán mantener la magia con esta nueva edición? Veremos, la súper producción está y el nivel de figuras convocadas es estelar.
Ahora, la novedad más fuerte es Por Amor o por Dinero, una apuesta de Kuarzo para El Trece, conducida por Alejandro Fantino.
Este reality pone a prueba a parejas que deberán elegir entre gastarse 50 millones de pesos en lujos o conservar ese dinero para llevárselo como premio final.
La convivencia se divide entre los que tienen lo justo y los que viven a puro lujo en la “Zona VIP”. A esto se le suma que el público va a tener un rol fundamental, decidiendo quién disfruta de los beneficios y quién sigue en el programa.
Lo que llama la atención es que Telefe decidió adelantar Bake Off para competir directamente con Por Amor o por Dinero. Y acá el público sale perdiendo, porque se ve obligado a elegir entre dos propuestas fuertes en el mismo horario.
Sí, vivimos en tiempos de streaming y contenido on demand, pero para los canales lo que importa es el rating en vivo, el famoso minuto a minuto. El martes veremos la planilla de rating y sabremos como les fue.
En definitiva, los realitys son la fórmula segura para atraer audiencia, pero está claro que no todos pegan de la misma manera.
Mientras algunos intentan revivir glorias pasadas sin mucho éxito, otros buscan innovar y captar la atención de un público que ya no se conforma con cualquier cosa.
Estas últimas semanas la televisión tuvo niveles muy bajos de audiencia, esperemos que desde el lunes los números mejoren y estas apuestas sigan en pantalla por varios meses.
¿Qué pensás vos? ¿Creés que los realitys siguen siendo la mejor opción para la televisión o es hora de apostar por contenidos diferentes?