Con la premisa de que Es solo sexo, y nada más, Mechi Lambré protagoniza una obra que “toca una temática buenísima: el intercambio de parejas, que está de moda”.
La trama de la obra es que “tres matrimonios compuesto por uno de treintipico, otro de cuarentaipico y otro de cincuentaipico que llevan a los pibes al mismo colegio, se van de campamento un fin de semana, deciden juntarse a comer y surge la idea del intercambio de parejas”.
Orgullosa, ya dejó en el pasado a Ludmila, la antagonista de Tini Stoessel en Violetta, y afirmó en una nota con Ciudad: “Para mí es un honor estar en el elenco junto a Esteban Prol, Adriana Salonia, Sergio Surraco, Paula Morales y Alejandro Botto”. La propuesta es jueves, viernes y sábados a las 21 en el teatro Picadilly.
-¿Te hizo cortocircuito el personaje por el hecho de estar casada y a la vez ser una persona de profunda espiritualidad?
-No. Creo que cualquier para una persona honesta que tiene una relación de varios años darse la oportunidad de pensar es lo más valiente y libre. Es un acto heroico animarse a pensar, y creo que cuando uno está en pareja siempre se tiene que animar a pensar.
-¿Lo charlaste con tu marido?
-Cuando surgió el guión lo hablamos con Ezequiel, nos preguntamos y los dos dijimos “ni en pedo”. Pero se dio la conversación de conocer a tal que lo hace. La conversación se dio entre risas, nerviosismo, porque tampoco somos dos superados. Animarse a pensarlo es valiente.
“Cuando surgió el guión de intercambio de parejas lo hablamos con Ezequiel, mi marido. Nos preguntamos y los dos dijimos ‘ni en pedo’. Pero se dio la conversación de conocer a tal que lo hace. (...) Animarse a pensarlo es valiente”.
-Quizá ahora lo descartan, a los 40 lo dudan, y a los 50 lo concretan…
-En la obra pasa un poco eso… La dinámica de cada generación es muy interesante de ver.
-¿Es tu gran regreso al circuito comercial masivo?
-Sí. Después de Violetta hice capa y caparazón, y necesité acomodar algunas cosas de mi vida interior que faltaban trabajar. Y ahora dije “quiero salir con todo de nuevo”. Tuve ese click después de la pandemia, y digo a todo que sí.
-¿Cómo es pasar de ser famosa a nivel mundial a volver al llano?
-Los que arrancamos a trabajar en televisión tan chicos, como yo a los 15, cuando vivimos una serie de éxitos y eso concluye, como es normal en la vida, nos damos cuenta que vivimos el proceso al revés. Generalmente la gente llega hacia un objetivo con un arco que sube y llega. A nosotros nos pasa que arrancamos arriba, con el éxito.
-¿Por eso la introspección?
-Por eso hablaba de mi vida interior. Tuve que hacer un trabajo bastante grande en entender que no en todos los proyectos en los que estaba iban a funcionar igual que Violetta. Estábamos acostumbrados a hacer estadios, muchísimos, más de 400 en dos giras mundiales con mínimo 10.000 personas.
Y de repente llegar a la vida de un actor normal para hacer teatro clásico, sentirme actriz y ver que no se llena la sala de 500 butacas. Entonces te explican que es un remo constante, como cooperativa. Y si bien nos iba muy bien, no lo podía valorar porque estaba acostumbrada a otra cosa. Ahí me di cuenta que algo en mí estaba mal.
“De repente llegar a la vida de un actor normal para hacer teatro clásico, sentirme actriz y ver que no se llena la sala de 500 butacas. Entonces te explican que es un remo constante, como cooperativa. Y si bien nos iba muy bien, no lo podía valorar porque estaba acostumbrada a otra cosa. Ahí me di cuenta que algo en mí estaba mal”.
-Tu marido habrá sido fundamental en ese proceso. ¿No?
-Absolutamente. Siempre estuvo al lado mío y me dijo que me quería por quién era yo, no por lo que hacía o tenía. Y que si me iba muy mal o quería dejar la carrera para ser chef, me iba a seguir amando y siendo mi esposo. Y uno que está acostumbrado a la aprobación externa, que la gente esté contenta con que te vaya bien, tener alguien que te diga que te va a amar igual fue muy revolucionario.
“Mi marido siempre estuvo al lado mío y me dijo que me quería por quién era yo, no por lo que hacía o tenía. (...) Uno que está acostumbrado a la aprobación externa, que la gente esté contenta con que te vaya bien, tener alguien que te diga que te va a amar igual fue muy revolucionario”.
-¿Cómo conociste a tu esposo?
-En la iglesia. Él tiene una cafetería en frente de la iglesia, porque fue el espacio que encontré cuando empecé a trabajar mi vida interior. Aunque ya hace años que no voy a la iglesia. Pero en ese momento necesité ayuda y la encontré ahí.
-¿Sabía que eras la chica de la tele?
-Se corría la bola, y él ya sabía. Al principio iba a su cafetería, me lo daba gratis y creía que quería canje, no que estaba interesado en mí. Ahí empezamos a hablar.
-¿Cómo es tu proyecto de familia con Ezequiel?
-Me encantaría formar una familia y adoptar. También me gustaría tener un hijo propio, pero si no se da no terminaría mi vida insatisfecha. No inicié los trámites de adopción porque siento que todavía no estoy preparada para eso. Viví una vida de clase media y me gustaría poder darle la posibilidad de que puedan elegir a qué escuela ir, a qué universidad, o formarse en otro país nada lo limite. Quiero estar preparada para sostener esa estructura.
-¿Cuál sería tu sueño a concretar?
-Yo apunto a adoptar a un grupo de hermanos, que generalmente son grandes y varios. Es un sueño que amo y me gustaría concretar algún día.
“Yo apunto a adoptar a un grupo de hermanos, que generalmente son grandes y varios. Es un sueño que amo y me gustaría concretar algún día”.
-¿Además estás retomando tu carrera como cantante solista?
-Siempre hice música de chica. Ahora no solo tengo la posibilidad de lanzar mis canciones porque tengo ganas. Sino que además me pasó que hace dos meses me llamaron para una película, pregunté si podía hacer las canciones y me dijeron que sí. Como canto y soy compositora puedo ponerlo en una comedia musical, una película o cualquier plataforma.
-¿Hablás seguido con Cande Molfese y Tini Stoessel?
-Con Cande un poco más porque está en Argentina. Con Tini también hablamos lo más que puedo dentro de lo posible. Porque ella tiene diferentes horarios porque está en otro país, una rutina diferente, pero lo importante es que nos amamos mucho. Somos familia y cada vez que nos vemos es como si no hubiera pasado el tiempo. Eso es invaluable, porque después de un producto tan exitoso las anécdotas son que nos amamos y fuimos familia, no que nos peleamos.