El regreso de Nancy Dupláa al cine con su protagónico en Unicornio fue una suerte de catarsis para la actriz, quien en una entrevista con Ciudad reconoció que en alguna medida como su personaje también sufrió por relaciones de pareja tóxicas.
“Mi personaje es Grace, una manicura que trabaja en el barrio, tiene un local y es una mina con muy poco amor propio que se deja someter a situaciones que la ponen siempre en un lugar muy abajo”, contó sobre el film que se estrena este jueves 28 en las mejores salas del país.
“Es una linda composición para contar”, agregó Nancy, que este jueves estuvo como invitada en Socios del Espectáculo.
Se trata de un film coral integrado por Carolina Ramírez, Sofía Dieguez y Camila Azul Sosa, junto a un prestigioso elenco dirigido por Natural Arpajou. Con música original de Julieta Venegas y Lucy Patané, y la producción general de Julio Midú y Fabio Junco.
El foco del drama está puesto en la fortaleza de la unión femenina, la importancia del amor propio, y explora las dimensiones de las relaciones en sus diversas formas, las crisis y sus complejidades.
NANCY DUPLÁA SE SINCERÓ SOBRE SUS MALAS EXPERIENCIAS ROMÁNTICAS
-¿Tuviste amores no tan felices que te ayudaran a componer el personaje?
-Sí, por supuesto. Me animaría a decir que muchos de nosotros tuvimos esa posibilidad de haber experimentado una cosa así. Que de ahí te transforma. De un dolor muy profundo uno resurge para mejor y para sus próximas elecciones (en el amor) en el mejor de los casos.
-¿La pasaste mal?
-Sí. Claro que tuve situaciones en las que me desvaloricé, me sometí. Que no fui yo.
“Claro que tuve situaciones en las que me desvaloricé, me sometí. Que no fui yo”.
-¿Omitimos decir quienes fueron esos hombres?
-Sí, por supuesto. (Risas).
DE QUÉ SE TRATA UNICORNIO, LA NUEVA PELÍCULA DE NANCY DUPLÁA
Cuatro mujeres convergen en un barrio gastado de Buenos Aires. Una de ellas usa su cuerpo como escudo para intentar escapar de un padre abusador.
Otra cree no ser lo suficiente joven, inteligente ni linda y hunde en el alcohol los dolores de un amor a medias.
La tercera, una mujer trans que observa cómo se derrumba lo que logró construir a través de la erosión de un mal amor.
Y la más chica, quien sufre violencia intrafamiliar justo cuando empieza a enfrentarse a su primer amor.
En un verano intenso, se acompañan y se descubren unas a otras. Se reflejan mutuamente, se quieren, se ayudan, se pelean.
Y un día, cuando un hecho rompe más de la cuenta a una de ellas, casi por instinto se descubren juntas y entrelazadas.
Tal vez el amor tiene la forma que ellas crearon en su pequeña manada. Y lo que no pueden decir de otra manera, lo dicen cantando. Porque, si hay palabras que te ayudan a vivir… ¡Cántalas!