Hace apenas una semana, y a casi cinco meses del accidente que dejó en coma a Sergio Denis en Tucumán, Verónica Monti se había resignado a poder no volver a estar cerca de él. “Por más que estoy con el tema de la mediación para poder ver a Sergio, no quiero esta mediación ni quiero volver a verlo. Me quiero quedar con la imagen del último café que compartimos el domingo por la mañana, antes de que tome el avión a Tucumán. Me parece que no voy a ir a una mediación a implorarle o rogarle a los Hoffmann poder verlo”, había afirmado en una nota con Intrusos.
Sin embargo, el lunes 5, la última pareja del cantante se decidió a ir a la clínica de rehabilitación Alcla y esperó a un costado hasta lograr verlo de lejos. Emocionada por el reencuentro, Monti relató su experiencia en Involucrados: “La verdad es que sentí la necesidad de ir. Una semana atrás también lo había sentido, pero después como que me acobardé porque sabía que había pocas posibilidades de verlo. Pero ayer fui, saludé al guardia de seguridad y sin saludarme me dijo que no podía ver a Sergio porque tenía una restricción”.
"En un momento pasó Sergio acostado en una camilla, el camillero se agachó y fue cuando le vei la cara, lo vi. Cuando hice el ademán de pararme, vino el de seguridad".
Y continuó: “Entonces, le pregunté al guardia si podía llamar al médico tratante, que me gustaría hablar con él y me dijo que se iba a comunicar. Pero además le pedí el gesto humano de que me deje verlo de lejos, y me dijo que no se podía. (…) Me quedé sentada en un sillón esperando si venía algún médico a decirme algo… Hasta que en un momento pasó Sergio acostado en una camilla, y justo el camillero se agachó y fue cuando le vi la cara, ¡lo vi! Cuando hice el ademán de pararme, vino el de seguridad”.
“Estuve a dos metros de distancia de Sergio, vidrio de por medio. Fue tremendo. No era la persona de la cual me despedí ese domingo antes de que viaje a Tucumán. La palabra ‘impresión’ suena fea, pero no podía ser que fuera Sergio. Y sí, era… No sé si habrá sido el destino, porque pasó justo en esos minutos en los que estaba yo. Él estaba con la cara mirando hacia la puerta, hacia mi lado, con la boca abierta, los ojos abiertos y la mirada perdida. Después me puse a llorar… Fueron dos segundos”, concluyó Verónica Monti tras su breve encuentro con Sergio Denis.