Mientras la lucha para combartir el coranavirus continúa, otros enfermedades y trastornos comenzaron a surgir derivados del aislamiento social por la cuarentena. Uno que creció fue el Síndrome de la cabaña, por el que los especialistas están tratando a muchísima gente angustiada, que no solo es el miedo a salir a la calle por la enfermedad, sino la incomodidad y angustia que genera abandonar el hogar.
En Cortá por Lozano el psiquiatra Pedro Horvat se refirió a este fenómeno. “No se sabe si fue en Estados Unidos o en España. Parece que un grupo de cazadores, no sé si por una tormenta o por animales salvajes, tuvieron que refugiarse en una cabaña y cuando el peligro pasó no se animaban a salir. Esta idea de refugiados en la cabaña, pero con miedo a salir terminó aplicándose ahora en la cuarentena cuando se empezó a ver que había un grupo numeroso de personas que por distintas razones tenían miedo a salir”, relató.
"Esta idea de refugiados en la cabaña, tiene que ver con un miedo a salir que terminó aplicándose ahora en la cuarentena".
“Hay un miedo que tiene que ver con lo real: no tenemos vacunas, no tenemos tratamiento, salimos a la calle y aun cuando tenemos tapaboca y aunque guardamos distanciamiento, estamos un poquito paranoicas. Es un miedo real, como un cazador que vuelve al bosque y sabe que por algún lado hay un oso”, explicó, en el ciclo de Vero Lozano.
"Es una situación regresiva, un poquitito infantil, a salvo de las ansiedades. Para estas personas la idea de volver a enfrentar las dificultades del mundo adulto se transforma en una fuente de sufrimiento".
“En cambio, hay otras personas a las que la cuarentena les vino muy bien. Por supuesto, estoy hablando de personas que tienen sus necesidades materiales cubiertas. Para muchas personas con ansiedades, por demandas del mundo real, del trabajo, del amor y la vida social, el estar en casa refugiados les viene bien para ciertas necesidades personales, propias”, aseveró.
“Es un refugio porque estoy en un tiempo fuera del tiempo, en un nido, donde no tengo muy en claro si es feriado o día hábil o si es temprano o es tarde. Una situación regresiva, un poquitito infantil, a salvo de las ansiedades. Para estas personas la idea de volver a enfrentar las dificultades del mundo adulto se transforma en una fuente de sufrimiento”, aseguró el especialista sobre el Síndrome de la cabaña.