A sus 30 años, Natalie Weber debió afrontar uno de los momentos más difíciles de su vida. En mayo, y tras perder un embarazo de tres meses, le detectaron cáncer de mama.
Tras una operación programada de urgencia y subsiguiente biopsia con resultados positivos (se confirmó que no se había extendido más allña de los márgenes), espera los últimos controles para regresar a Florencia y reunirse con Mauro Zárate (29), su marido y futbolista de Fiorentina.
"Por suerte la biopsia salió bien y tengo que seguir con controles, soy una paciente de riesgo pero lo peor quedó en el pasado", relató Natalie en Desayuno Americano.
La bella modelo, que le había contado a Ciudad.com sobre su lucha, siguió: "En marzo yo me quería cambiar las prótesis porque después de dos hijos lo quería hacer. Cuando arranqué con los estudios para cambiármelas me enteré que estaba embarazada y, al tiempo, cuando estaba de tres meses, lo perdí. El médico me dijo que esperemos un poco a que se me acomode el cuerpo hormonalmente, pero un día me estaba bañando y encontré una bolita".
"Cuando me lo dijeron, me sequé las lágrimas y me fui a jugar con mis hijos. Pensé 'si me toca irme quiero que ellos se acuerden de cómo jugaba con ellos' (...). Soy una mina fuerte y siempre lo fui. Me agarró cacheteada porque venía de perder un hijo y a mi papá lo habían operado del corazón. No me quedaba otra, hoy me quedo con que mi bebé me salvó la vida, no te hacen mamografías embarazada, no te hacen rayos embarazada".
Weber continuó: "Hoy lo puedo hablar porque siento que está en el pasado. Todo este tiempo que estaba esperando sentía que no lo podía hablar, pero nunca sentí que me iba a morir. Los estudios los empecé con Mauro acá pero después tuvo que viajar. Cuando me operaron pidió permiso en el club y estuvo diez días acá; y cuando me dieron el resultado de la biopsia, también. La palabra cáncer es fuerte. Cuando me lo dijeron fue un lunes a la mañana y mis hijos dormían. Fui y los miraba dormir y pensaba '¿cuánto tiempo más los voy a poder ver?'".
Pamela David, entonces, le hizo una profunda pregunta: "¿Vos recordás que te hayas guardado angustias?". Natalie respondió: "Sí, miles. Yo hago terapia desde los 7 años pero ahora estamos viendo ese tipo de cosas y creo cada día más. Empecé porque mis papás se habían separado y mi papá se fue a vivir a otro país. Perdoné el abandono de mi papá el día de la operación. Lo vi hasta los 14 años un par de veces y después estuve 9 sin verlo. Ese día de la operación les dejé una carta a mi mamá, a Mauro y a mis hermanos, no para despedirme, pero no me quería quedar con nada. A mi papá no se la pude dejar pero cuando salí lo vi llorar y estaba ahí. Para él debe ser más fuerte, estuvo ausente y después tener que estar el día de la operación de cáncer de su hija. En su momento lo putée, ja. Este tiempo me enseñó a comprender más a la gente y no necesito tener una charla con él".
La modelo, acompañada con su madre en el estudio, reveló: "Mi mamá siempre me acompaña y yo tengo mucho de ella, no soy nada relajada como mamá. Soy bastante 'hincha', soy muy exigente con su educación, soy de ponerles límites, estoy muy atrás de ellos y siento que soy un reflejo de cómo fue mi mamá conmigo".
Natalie reconoció: "La pregunta del '¿por qué a mí?' me la sigo haciendo, bronca no tengo. Pero en algún punto agradezco lo que me pasó, le empecé a dar importancia a cosas que no miraba. Quiero hacer todo lo que no hice hasta ahora. Cuando me lo dijeron, me sequé las lágrimas y me fui a jugar con mis hijos. Pensé 'si me toca irme quiero que ellos se acuerden de cómo jugaba con ellos' (...). Soy una mina fuerte y siempre lo fui. Me agarró cacheteada porque venía de perder un hijo y a mi papá lo habían operado del corazón. No me quedaba otra, hoy me quedo con que mi bebé me salvó la vida, no te hacen mamografías embarazada, no te hacen rayos embarazada".
Sobre el final, Natalie hizo una interesante reflexión sobre su vida personal: "Busqué a Mauro como papá de mis hijos porque es la antítesis de mi papá, es presente por demás. Se los carga a upa y los lleva a todos lados, nunca pensé que iba a ser así. El tema de la distancia es duro. Nunca estuvimos tanto tiempo separados, pero en poco tiempo volveré con los chicos a Florencia".