Valeria Repetto es la segunda hija de Nicolás Repetto con Cecilia Fontanarrosa. A diferencia de su familia, ella hizo su vida lejos de la televisión y mantiene un perfil bajísimo.
La mujer, que tiene 40 años, encontró su pasión, el cross fit, hace una década, cuando atravesaba una fuerte crisis personal. Hoy por hoy, es dueña de Cross 300 Fitness Club, el centro que montó en Escobar junto a su marido, Hernán “Chino” Keen, hace siete años.
Valeria, que tiene 40 años, encontró su pasión, el cross fit, hace una década, cuando atravesaba una fuerte crisis personal.
"El cross fit me ayudó con lo que me pasaba y es algo que hoy veo con la gente que viene a mi box: te cambia radicalmente y, aunque después de ejercitar te duela todo, el estado de ánimo es otro. Siento que lo físico y lo estético quedan en un tercer plano, es mucho más importante lo emocional y la comunidad que se forma cuando se entrena", contó en diálogo con la revista ¡Hola! Argentina.
"En mi caso, me permitió descubrir a la deportista que había en mí. Trabajaba como tripulante de cabina de pasajeros en vuelos y a la par me empecé a preparar para competencias, a capacitar, porque sabía que quería vivir de esto. Hice cursos de levantamiento olímpico, pesas rusas y todo lo gimnástico. Después de dar clases en distintos lugares y una vez que me sentí preparada, mi marido y yo, con mucha valentía, dejamos nuestros trabajos e invertimos nuestros ahorros para poner este box", contó, contenta por haberse animado a ir en búsqueda de su sueño.
CÓMO ES LA RELACIÓN DE VALERIA REPETTO CON SU PADRE
La mujer contó que tiene relación con su papá, aunque admitió que las familias ensambladas no son fáciles.
"Pasamos por muchos momentos de mayor cercanía y otros de menos. Las familias ensambladas tienen cosas divinas y otras complejas", aclaró.
"Pasamos por muchos momentos de mayor cercanía y otros de menos. Las familias ensambladas tienen cosas divinas y otras complejas".
Y se despidió reflexionando sobre la decisión de no formar parte del medio.
"No es que me planteaba escapar del medio, simplemente no era mi camino. Cuando terminé el colegio y no sabía qué quería hacer, me dijeron: 'Bueno, tenés que laburar'. Estuve un año en la productora de mi papá y me encantó la experiencia, pero con mi hermano Nico siempre tendimos a ir para el otro lado".
"No es que me planteaba escapar del medio, simplemente no era mi camino. Con mi hermano Nico siempre tendimos a ir para el otro lado".
"Hoy, por ejemplo, me encantaría participar en algún programa de aventuras y desafío físico. No me da miedo exponerme, pero lo haría por algo que a mí me divierta y me motive", sentenció, segura de sí misma.