Casados hace casi una década, el Turco Naim Sibara (53) y Emilia Attias (32) se enfrentan a la crucial decisión de elegir cuál será la educación para Gina (3), la hija que tienen en común. De visita por Flor de Tarde (lunes a viernes a las 13 por Ciudad Magazine), el cómico reflexionó con humor respecto de su hija.
“Empieza el jardín en el Waldorf el año que viene, y después va a ir al Cristóforo Colombo. Como tenemos la nacionalidad italiana, va más o menos para ese lado. Son dos colegios muy luminosos”, contó el ex VideoMatch. Entonces, Florencia de la Ve comentó con picardía: “Los conozco los dos y tienen una muy linda formación. Preparate porque te van a pelar el cu...”.
“Cuando me dijo Emilia lo que hay que pagar (por el colegio), le dije ‘busquémosle algo más de por acá’. Ja”.
Entre risas, el Turco remató: “¡Piden de todo!”. Acto seguido, confesó la sincera reacción que tuvo cuando la conductora de Resto del Mundo le detalló la currícula y los aranceles de las instituciones: “Cuando me dijo Emilia lo que hay que pagar, le dije ‘busquémosle algo más de por acá’. Ja”.
Es qué más allá de los valores de las cuotas, por un lado la filosofía Waldorf tiene el objetivo de que cada niño despliegue su propia individualidad con ayuda de sus talentos y apoyándolo en sus dificultades. Y el mayor beneficio es que llegue a tener fuerza y criterios en la vida para guiarse a sí mismo con autonomía y de forma solidaria.
"Gina es muy adaptable, muy divertida. Las nenas son más rápidas que nosotros. Ella siente que le hablan en otro idioma, se acerca y habla en inglés, dice ‘hello, I’am Gigi’. Es increíble".
Por otra parte, el sitio web de la escuela Cristóforo Colombo aclara es una institución trilingüe y especifica: “Integra los programas de estudios italiano y argentino. De esta biculturalidad de nuestra escuela surge su primer objetivo didáctico, que es el de promover y profundizar el intercambio de ideas e integración dialéctica entre dos culturas fraternas y afines”.
Padre baboso, el Turco confesó: “Gina es muy adaptable, muy divertida. Las nenas son más rápidas que nosotros. Ella siente que le hablan en otro idioma, se acerca y habla en inglés, dice ‘hello, I’am Gigi’. Es increíble. Estoy alucinado con la paternidad. Antes no me preocupaba mucho nada, no había lazos tan fuertes. En cambio, cuando está la nena pensás en ella y ya la ves grande… no sé. Si me vieran manejar ahora, no paso de 80 kilómetros por hora, ja. Cambia todo, y uno tiene la nena…”.