Su carisma es uno de sus sellos característicos que, junto a su simpatía, han sido el combo perfecto para que el público argentino se encariñe rápidamente de Jazmín Natour (36). Sin embargo, un hemangioma en su ojo derecho fue el blanco de muchos comentarios desafortunados con los que la joven debió lidiar. En una charla exclusiva con Ciudad.com, la traductora de Ergün Demir (45) contó en detalle lo que tiene y describió como "cruel" algunos mensajes que recibe por Twitter.
-Nunca hablaste en público de tu afección bajo tu ojo, ¿fue por algo en especial?
-No me molesta que me pregunten. Lo que no hago es responder las burlas en Twitter. En ese sentido, me parece que a la Argentina le falta aprender algo más porque acá es un país donde se habla mucho del respeto: se respeta las elecciones sexuales y un montón de cosas son avances sociales muy importantes y muy lindas. Y me dan orgullo ser parte de una sociedad que está queriendo avanzar en muchas cosas. Sin embargo, el tema del bullying es un tema como que no se avanza. Acá es muy fácil empezar a burlarse de una persona por una cuestión física, me parece un poco cruel. Sí llama la atención y es mucho más evidente en la pantalla que en la realidad, eso lo sé. Yo me veo y no me resulta tan grave el ojo pero cuando me veo en la pantalla dijo ‘upa, se ve gigante’. Pero bueno.
-¿Qué es exactamente?
-Se llama hemangioma y es una vena que tiene esa forma, es más ancha justo ahí. Podría haber sido de otra forma porque los angiomas tienen muchas formas distintas, por ejemplo hay gente que tiene una mancha bordó en la cara. Es de nacimiento y es genético. No sé conoce ningún caso en mi familia que tenga algo parecido pero dicen que es genético. Tengo la oportunidad de ir al médico y hacerme tomografías y ver si es operable pero la única cuestión por la que sería operable es por estética, de la cual, nunca tuve ningún tipo de interés. Nunca me sentí más fea por eso. Tengo una idea sobre la belleza que es un poco distinta y no es muy televisiva. Creo que la gente es linda así como es y que no hace falta que cambien, ni tampoco que todas seamos flaquísimas, estilizadas ni parecidas a un cierto molde. No creo que sea necesario, pasa que la tele es cruel en ese sentido. Y te critican todo: desde la ropa, el pelo y si tenés un defecto físico como el mío… ¡uf! A mí me han dicho cosas muy hirientes.
-¿Te sentiste muy herida por eso?
-Me llama la atención porque viví afuera mucho tiempo, en Turquía 15 años, y la gente lo único que hacía con respecto a mi ojo era preguntarme ‘disculpame, ¿qué te pasó en el ojo?’. Les daba curiosidad. Pero nunca sentí que alguien se burlara. Acá sí siento la burla. Puede ser porque ya soy más conocida pero sí me pasaba acá también cuando, era más chica en el colegio, y en la calle hay gente que no me reconoce pero me dicen ‘uy, ¿qué te pasó?, ¿te pegaron?, ¿qué te hicieron en el ojo?, te fajó tu marido’. Me parece muy feo.
-¿Cómo tomás esos comentarios desafortunados en Twitter?
-Veo en Twitter mensajes diciendo ‘qué fea que es’, ‘operate las bolsas, nena’, y digo ‘perdón, ¿por qué tengo que ser linda? es la pregunta que quiero hacerles. Si te parezco fea, perfecto. Hay gente que piensa que una modelo es una mujer preciosa y tal vez estéticamente perfecta, y también pueden decir ‘qué fea’, okey. La belleza y la fealdad se miden con una vara que no es la mía… seguro que no es la mía. Ahora, si te parezco fea, ¿por qué toda la gente que ven en la pantalla tiene que ser linda? Eso yo no lo puedo entender. ¿Por qué todas tenemos que ser flacas o tener cara de tapa de revista? No la tengo. Soy chueca, tengo los dientes torcidos, tengo pancita porque acá me la paso comiendo helado de dulce de leche y flan. No hago deporte porque en Turquía hacía y acá no me muevo mucho y estoy un poquitito más gorda, okey. Tengo un defecto en el ojo de nacimiento que no tengo ganas de tocármelo porque para mí es toda una movida, un tema, una operación no me gusta. Prefiero quedar así que empezar a toquetearme una vena que va al cerebro. Para mí la salud es más importante que la estética. Al principio me dolía mucho, me sentía mal y después aprendí a lidiar con eso. Igual tengo días más sensibles que por ahí, hay comentarios más crueles que me duelen un poco más pero no bloqueo a nadie porque no me molesta. Que hablen, así aprendo cómo es la gente. Pero me la estoy bancando mucho mejor. Ya no me fijo en qué lugar sentarme para que me dé mejor el perfil. Ya está, soy así y listo. Si no les gusta, lo siento mucho. No vine acá a ser top model. Vine acá a traducir. No pretendan que sea perfecta.
-¿Te apoyaste en alguien?
-Ergün me ayudó mucho, me decía ‘no te fijes, siempre van a decirte cosas. No te preocupes, no leas esos comentarios. Cuanto más famosa seas, más cosas te van a decir. Qué te importa’ y esas cosas. De hecho, con él arreglábamos que en las notas, yo me pusiera del otro perfil para que no se notara tanto. Pasa que no se puede evitar. Lo que dice la gente me parece más que mal, hasta triste también. A ver, está bien que les parezca fea, que les llame la atención y que quieran hacer un comentario, lo que no entiendo es la burla por una cuestión física. Eso no lo voy a entender, ni tampoco que en la pantalla todos sea vean “perfectos”. Para mí, no tiene sentido eso.
-Te hiciste muy querida en poco tiempo, ¿lo sentís?
En la calle siento muchísimo el cariño del público. Es re lindo eso, la verdad es hermoso. El interés de la gente que hacia Ergün es impresionante y lo tengo que decir porque la gente me para por la calle para decirme ‘por favor, decile que lo amo, mandale un beso’. Y a mí también me dicen cosas lindas: que soy muy agradable y simpática. Y me dicen que soy más linda que en la tele y eso está bueno (risas).