Hace dos semanas Daniel la Tota Santillán (49) fue detenido por la Policía Bonaerense en Vicente López, bajo la acusación de robar mercadería de un local. Tiempo después, el ícono de la movida tropical fue internado en una clínica psiquiátrica, y el martes por la tarde tuvo su primera salida a la calle junto a su abogado.
"Recuerdo que a la gente del local les había pedido dos muñecas para mis nenas. Como yo conozco a Javier Buenahora (sic), que trabaja con Jorge Macri, le dije que si no se lo pagaba yo, que le diga a Javier que venga, que lo va a pagar él. Yo firmé. Y de repente, aparecieron cuatro policías, me tiraron al piso".
Así fue que, en una nota con El Diario de Mariana, la Tota contó su versión del arresto: "Se me fracturaron dos costillas debido a lo que pasó ese día. Fue un pico de estrés lo que pasó, nada más". Ante la duda de Mariana Fabbiani sobre los detalles de la polémica jornada, Santillán explicó lo que ocurrió luego de bajar del tren e ingresó en la tienda del escándalo: "Recuerdo que a la gente del lugar les había pedido dos muñecas para mis nenas. Le puse mi DNI y como yo conozco a Javier Buenahora (sic), que trabaja con Jorge Macri, le dije que si no se lo pagaba yo, que le diga a Javier que venga, que lo va a pagar él. Yo firmé, y de repente, aparecieron cuatro policías, me tiraron al piso. Fue un momento muy feo. La verdad no lo recuerdo porque todavía no caigo con lo que pudo pasar ahí".
"No me dio vergüenza que me hayan esposado. Lo que me dio vergüenza es de la manera en que lo hicieron. Me pasearon por todo Vicente López. Paraba el señor policía y decía ‘miren, llevamos a la Tota’, y se reían".
Más tarde, la Tota se justificó: "No me dio vergüenza que me hayan esposado. Lo que me dio vergüenza es de la manera en que lo hicieron. Me pasearon por todo Vicente López. Paraba el señor policía y decía ‘miren, llevamos a la Tota’, y se reían. Eso no se hace. Me arrastraron por todo lados. No sólo estaba con el brazo quebrado, sino que me fisuraron dos costillas".
Al final, la Tota Santillán pareció querer desmentir los rumores de que había perdido el conocimiento durante el exabrupto con la Policía: "Lo recuerdo muy bien. Recuerdo de la manera en que me llevaron y me trataron los policías. Iba en la parte trasera de la camioneta, los policías saltaban y me dolían las costillas. Yo sé que no hice nada".