Los testimonios de Nancy Pazos, Analía Franchín y Marcela Coronel sobre los malos tratos que aseguraron haber recibido de parte de Mauro Viale dejaron al conductor en el ojo de la tormenta. En una nota con Hay que ver, el jueves Franchín disparó: “Mauro es un tipo maltratador, te ningunea. La palabra es que te forrea. Él siempre es más, es el uno, siempre es el mejor”.
Aunque no todas las experiencias laborales con Viale fueron malas, y Tomás Dente no dudó en salir a bancar a quien fuera su jefe entre 2010 y 2012 en Mauro 360 en América y A24: “Mauro tiene una forma de ser cáustica, sé que es mordaz y peleador al aire. Pero entiendo que es el combo perfecto para que un tipo como él se perpetuara en la tele por más de 40 años de forma ininterrumpida", comenzó el panelista.
"En algún punto esa forma de ser, ese cúmulo de características inherentes a la forma de hacer periodismo le garantizaron su permanencia. Conmigo Mauro fuera de cámara fue el tipo más dulce y cariñoso con el que trabajé. Y eso que trabajé con mucha gente, pero él fue el más paternal, afectuoso y amoroso. No sé si es que era algo especial conmigo, que me atesoró como a un hijo. No lo sé, pero siempre fue de lo más cariñoso y atento que conocí”, continuó Dente.
"Conmigo Mauro fuera de cámara fue el tipo más dulce y cariñoso con el que trabajé. Y eso que trabajé con mucha gente, pero él fue el más paternal, afectuoso y amoroso".
Acto seguido, Dente aclaró: “Jamás desautorizaría la experiencia de otra persona. Las personas que hablaron tienen muchísima trayectoria, que admiro y quiero, como Analía, Nancy y Marcela”.
-¿Concés a gente que la haya pasado mal con Mauro?
-El medio es muy chico y escuché a mucho compañeros, amigos y colegas que la pasaron mal con un montón de conductores o periodistas. Es injusto que todo recaiga sobre él. Tiene que ver también con incompatibilidades, que a uno por ahí no le gustan las formas o modos del otro desde lo personal o profesional. Escuché lo mismo de casi el 80 por ciento de los conductores, siempre alguien tuvo una mala experiencia. No nos olvidemos que esto es una usina de egos y todos se pelean para ver quién la tiene más larga.
"Escuché lo mismo de casi el 80 por ciento de los conductores, siempre alguien tuvo una mala experiencia".
-¿Decís que su mal genio se justifica porque es un periodista brillante?
-No creo que tenga un mal genio. Tiene una forma de ser que hay que entender, decodificar y romper el molde como para llegar a él de otra manera. Para eso se necesita paciencia, tiempo, demostrar que sos bueno en lo que hacés, que estás a la altura de las circunstancias. Siempre digo que los periodistas de mi generación que se formaron con Chiche Gelblung o Mauro son personas que se hicieron a fuerza de rigor, porque ellos tuvieron una escuela muy severa, exigente, pero en el resultado final son profesionales de primera línea.
-¿Alguna vez presenciaste a Mauro destratar a una persona?
-Nunca. Jamás. Capaz que no se acuerdan, pero en el programa yo le discutía todo a Mauro. Todas las mañana teníamos una pelea diferente, más o menos efervescentes. Sin embargo, yo lo tomaba como un juego televisivo, nunca lo personalicé. Mi vida personal tuvo un antes y un después de él. Mauro fue una bisagra y después de él yo me consolidé mucho más. Él me dio una contundencia y presencia en los medios que fue trascendental.
"Cada uno tiene derecho a contar su experiencia y está bien, no soy quién para juzgar. Yo puedo contar lo que me pasó a mí".
-¿Por qué le pegan a Mauro entonces?
-No sé si el verbo es que le pegan. Cada uno tiene derecho a contar su experiencia y está bien, no soy quién para juzgar. Yo puedo contar lo que me pasó a mí. Habría que preguntarle a los demás por qué cuentan sus malas experiencias y si lo sintieron así, está muy bien.
-¿Mauro Viale fue tu mentor?
-Trabajé con mucha gente importante en el medio, como con Nicolás Repetto, Ángel de Brito, Andrea del Boca, Viviana Canosa, Paula Trapani, Fabián Doman, Andrea Politti, el Pollo Álvarez… Pero los dos más importantes para mí fueron Mauro y Viviana. Ellos además son dos grandes amigos míos. Mauro para mí es como mi padrino. Y nunca me pidió que le preguntara algo a alguien que yo no quisiera saber, solo por el hecho de molestarme.
"Yo conocí en Mauro a una gran persona. Por supuesto que trabajando es bravo y muy exigente".
-¿Por qué sos el único que lo banca hasta ahora?
-No se trata de defender o condenar. Yo conocí en Mauro a una gran persona. Por supuesto que trabajando es bravo y muy exigente. Pero lo que puedo decir es que detrás del profesional hay un gran papá, un gran abuelo, es muy noble. Creo que la gente que trabajó con él, como Fernando Carolei, Darío D´Amore o el Gaucho José Hernández se quedaron con el mejor recuerdo de Mauro.