Para Tomás Dente (44) lo más fácil hubiera sido seguir en el rol de periodista de espectáculos, ya que se había ganado una marca registrada al dialogar en vivo con los mensajes de audio de los famosos. Sin embargo, se decidió por hacer un cambio de perfil para hacerle caso a las señales de agotamiento.
"Dejé el periodismo de espectáculos porque en la pandemia empecé a tener ataques de pánico, me sentía mal y no los podía manejar. Hasta estuve medicado porque no quería ir a trabajar. No quería más sentarme a hablar de los demás. No quería que me encasillen en ese formato", confiesa Dente en una entrevista con Ciudad.
Luego de varias temporadas en Nosotros a la Mañana, Editanto Tele y sus entrevistas mano a mano de Vino para vos, Tomy había cruzado de vereda para sumarse a Flor de equipo, pero tampoco lo conformó.
"La pandemia fue una bisagra y dije 'no quiero hacer más esto de hablar de los demás'. De hecho, me llamaron para el programa de Florencia Peña y terminé renunciando por segunda vez porque no quería hacer más chimentos. Cuando renuncié no sabía que me iban a llamar de El Nueve para hacer esta conducción", afirma.
"La pandemia fue una bisagra y dije 'no quiero hacer más esto de hablar de los demás'".
Por esa misma razón, Tomás Dente conduce en tándem con Pía Slapka La Tarde del Nueve (sábados y domingos de 14 a 18), un clásico programa ómnibus de entretenimientos para toda la familia: "Para mí es un gran desafío lo que estoy haciendo ahora, y no tiene nada de chimentos, vamos por otro lado".
-¿Era el cambio que buscabas?
-Claro. Estoy muy contento porque hay mucho contenido y mucha tela para cortar. Es un gran desafío porque es inevitable la comparación con los históricos programas ómnibus, y lo estamos haciendo con mucho amor. Soy de la idea de que los programas empiezan desde algo muy chiquito y van creciendo con el tiempo.
-¿Cómo te llevás con Pía?
-Me encanta estar con ella. Es conductora desde hace mucho tiempo y conectamos muy bien. Estamos muy contentos porque nos conocemos hace muchos años. Lo más importante es que con Pía a cada segmento le damos el tiempo que amerita. A los invitados les preguntamos con tranquilidad, nos alejamos de la vertiginosidad que reina en la televisión de hoy.
-¿Qué es lo mejor de Pía?
-Es una gran entrevistadora. Tiene su propio programa, Somos PM en IP Noticias (lunes a viernes de 14 a 17). Tiene mucha frescura y para mí es una de las mejores de la nueva generación de conductoras. Ni bien me eligieron y me contaron de Pía dije "Sí, chau". Los dos nos reimos mucho de todo, es divertido trabajar juntos porque nos tentamos. Nos miramos y nos matamos de risa. Tenemos el mismo lenguaje porque ella hace periodismo hace muchísimos años. Estoy feliz de poder compartir el proyecto con Pía.
-Resignar los fines de semana es de por sí apostarlo todo a que salgan las cosas bien.
-Sí. Pero también los fines de semana la gente tiene otra predisposición. Porque durante la semana la tele es compañía mientras uno va a haciendo otras cosas, como si fuese una radio. En cambio, el fin de semana la gente se sienta, hace sobremesa, toma un mate. Estamos atentos a qué público nos mira y a cuál queremos llegar.
-¿Qué pensás de las últimas declaraciones de Jorge Rial al quejarse de la cobertura de su separación de Romina Pereiro?
-Me parece que, en este contexto de post pandemia y guerra, hacer una tele ponzoñosa y virulenta no contribuye en nada. Ese tipo de periodismo de amenaza ya fue, pasó de moda. Estuvimos reprimidos durante meses de confinamiento y encierro, y en algún punto esto es una consecuencia involuntaria del destape de la olla. Por eso celebro que la industria se esté reactivando tanto, gracias a Dios. Yo creo que las nuevas plataformas digitales propician esa cosa del descargo, mirar un programa y escupir, condenar, amedrentar, endilgar.
"Hacer una tele ponzoñosa y virulenta no contribuye en nada. Ese tipo de periodismo de amenaza ya fue, pasó de moda".
-¿Y si te lo piden?
-Eso no va más. No es un estilo con el que yo me identifique. Hay público para todo. Entiendo que hay gente que se cansa, pero también esto le da contenido a los programas de chimentos, o belicosos que viven de eso. Esto es parte de un show televisivo. A mí no me gusta trabajar así.
TOMÁS DENTE Y LA RELACIÓN CON SU HERMANO FERNANDO
-¿Cómo está tu relación con Fernando (32), tu hermano actor?
-Está igual que siempre, estamos desencontrados. Él está en la suya y yo en la mía. Yo sé que él está bien, y él sabe que estoy bien, y ahí vamos. Es lo de siempre, no hay mucho cambio.
-¿Hay chances de que Fernando vaya de invitado, al menos para promocionar un show?
-Muchos colegas me dicen que "la nota" es que yo entreviste a mi hermano, pero yo no sabría qué preguntarle. Lo conozco tanto que me costaría salir del rol de hermano. Yo lo amo, nos amamos. El sentimiento prima, pero nos desencontramos en un montón de cosas. Lo pensé muchas veces para mis entrevistas mano a mano, pero, ¿qué le pregunto? Si lo sé todo ¿Desde qué lugar le pregunto? Me costaría contactarme con la objetividad.
"Pesé muchas veces en mi hermano, Fer Dente, para mis entrevistas mano a mano, pero, ¿qué le pregunto? Si lo sé todo ¿Desde qué lugar le pregunto? Me costaría contactarme con la objetividad".
-Siempre que invitás a una figura investigas mucho de su vida, esa no sería una gran excusa para no hacerle una entrevista a tu hermano.
-El tema es desde qué lugar me pararía yo, es difícil entrevistar cuando querés mucho a alguien, cuando es parte de tu historia y de tu vida. Tengo miedo de no lograr ser objetivo, y yo soy muy respetuoso de la objetividad periodística. Ese es mi mayor miedo, y no sé si estaríamos muy cómodos… No lo sé porque no sé qué siente su corazón. La distancia que tenemos la respetamos, es sana y no tenemos que resolver nada.
-¿Es un no definitivo?
-Yo no descarto entrevistar a Fernando. Si él necesita promocionar algo cuenta conmigo. Todos mis hermanos cuentan conmigo. Lo que pasa es que la tirantés que tengo con él es pública básicamente porque él es una estrella y yo soy un periodista que labura. El conflicto tiene que ver con la intimidad. Pero Fer sabe que cuenta conmigo, como todos mis hermanos.
EL COSTADO MÁS ÍNTIMO DE TOMÁS DENTE
-¿Por qué creés que nunca pudiste formalizar un noviazgo?
-Por empezar, no creo estar incapacitado para amar. Pasa que los últimos 20 años se los dediqué al trabajo, porque para ganarse un lugar hay que dedicar mucho tiempo. Y la verdad es que a veces pienso que reniego un poco de mi vida personal, pero así y todo yo no lo padezco. Si yo me enamorara de alguien pondría mi libido ahí, estaría en pareja. Pero en este momento no es una agenda en mi vida. Estoy feliz porque tengo a mi familia, a mis primos, hago mis actividades, y soy un pibe que se lleva muy bien solo, no sufro la soledad. La soledad tiene una connotación tristona, pero no me siento solo. Soy solitario pero no me siento solo.
"No creo estar incapacitado para amar. Pasa que los últimos 20 años se los dediqué al trabajo, porque para ganarse un lugar hay que dedicar mucho tiempo".
-¿Estuviste enamorado alguna vez en la vida?
-No, nunca me enamoré. Por más que uno a veces cree que era amor, nunca me enamoré de una pareja.
-¿Pensás que te llegará el amor?
-No es algo en lo que piense, aunque me lo preguntan siempre. No sé…