María José Sánchez es la mujer del reconocido periodista y conductor de radio y televisión de Argentina, Santiago del Moro.
Santiago (43) y María José (42) se conocieron de adolescentes en su pueblo natal Tres Algarrobos, una localidad del partido de Carlos Tejedor, al noroeste de la provincia de Buenos Aires, y desde entonces son compañeros de vida. De hecho, ella lo acompañó cuando apenas terminado el colegio secundario, él quiso instalarse en Buenos Aires.
De muy bajo perfil, como la define Del Moro, María José se convirtió en el sostén de Santiago. El conductor se refirió al apoyo que recibe de su mujer en una nota reciente: "Yo no podría ser nada si no fuera por ella. Ella no mira mucha tele, no está pendiente de las noticias, no se fija en lo que dicen los portales, no le interesa si alguien me critica. Ella tiene otras prioridades, y juntos formamos un equipo que siempre va para adelante".
"En mi casa tengo la contención y el amor que necesito. Ese es el secreto. A mi mujer nunca le importó nada y eso me ayudó mucho", contó hace algún tiempo en una entrevista de la revista Viva.
Santiago, María José con sus hijas Catalina y Amanda. Foto: Instagram.
Padres de dos hijas, Catalina y Amanda, María José y Santiago no están casados. El conductor explicó cuál era su postura sobre el matrimonio en una nota para La Nación: "Es una cuestión muy mía. No creo en el casamiento. Nunca me vi en esa foto. Tal vez se relacione con el tener que ser 'el de la fiesta'. Aunque no lo descartaría... Sé que sería súper romántico a la hora de proponerlo, pero finalmente pasaríamos por el Registro a poner una firma y volveríamos a casa. Eso significaría para mí".
En 2015, Santiago recibió una llamada de sus hijas cuando realizaba su programa de televisión en vivo, y dejó todo para auxiliar a su mujer, que tenía un problema de salud. Demostró, que pese a sus obligaciones, sabe cuál es su prioridad y cuando tuvo que dejar todo por su familia lo hizo sin dudarlo.
María José, Santiago y las hijas de ambos viven en el barrio de Belgrano, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y han decidido inculcar a Catalina y Amanda los mismos valores con los que ellos fueron criados en Tres Algarrobos: amor por el trabajo y por la naturaleza.