Al ser inviable la idea de subirse a un avión y recorrer los rincones más exóticos del planeta en tiempos de pandemia, la producción de Por el Mundo encontró la manera de darle continuidad al ciclo de Marley y Mirko: hacerlo desde la casa de los invitados.
Y como no podía ser de otra forma, la primera en abrir las puertas de su hogar fue Susana Giménez, gran amiga del conductor y compañera de viaje y aventuras, con quien vivió mil situaciones y anécdotas que rememoraron al aire a lo largo de la emisión.
Sentada en una escalera, con una estatua veneciana de fondo, Susana le dijo a Marley que no se sentía del todo cómoda con abrir su intimidad por los comentarios que podían generarse. “Es lo único que tengo privado y no me gusta mucho mostrarlo, por las dudas, porque la gente después dice cualquier cosa”, dijo.
"El sueño dorado de mi vida es comprarme tierra en África e ir a curar chimpancés y después devolverlos a la mamá, a la selva. ¡Me enloquecen!”.
Y luego trajo a colación el tema que tanto revuelo armó en los últimos días y que la tuvo a maltraer: la devolución de su cachorrita hasta que pase la cuarentena porque la mordía mucho. “Me agarró un odio, casi me vuelvo loca”, expresó, todavía molesta.
Indignada por las críticas que provocó ese asunto, Susana respondió a todos aquellos que la cuestionaron contando un dato llamativo e impensado: su anhelo más deseado, alimentado por un espíritu proteccionista de los animales.
“Yo tendría todo. El sueño dorado de mi vida es comprarme tierra en África e ir a curar chimpancés y después devolverlos a la mamá, a la selva. ¡Me enloquecen!”, reveló.
Comentario que sorprendió, pero no tanto, a los memoriosos, dado que la conductora tuvo en su vida viajera la experiencia de haberse animado al safari africano.
¿Concretará su fantasía?