La serie sobre Carlos Monzón trajo al presente la trágica vida del campeón mundial de boxeo que terminó sus días en la cárcel tras asesinar a su pareja, Alicia Muñíz, avivando el recuerdo de todos los argentinos que asistieron con sorpresa y horror a su ascenso y caída.
Pero la historia toca mucho más de cerca a sus protagonistas, como a Susana Giménez, que conoció a Monzón en todas sus facetas: la carismática y adorable y, también, la violenta, cuando fue su pareja en los años 70, a partir de ese flechazo que los partió al medio en los sets de la película La Mary.
Pasaron los años y Susana asegura que no se acuerda cuál fue el episodio definitorio para terminar con él, pero sí está segura de que la decisión fue de ella: "¡Seguro me habrá metido algún cuerno! No sé. Sólo recuerdo que dije '¡basta!' y me sentí muy valiente. Había que enfrentarlo, porque reaccionaba pésimo", le contó la diva a revista Gente.
A pesar de que Susana recuerda que el boxeador "luchó para volver tres o cuatro veces", asegura que Monzón lo tomó "más o menos" bien. Pero hubo, según ella, sólo una escena de violencia entre los dos, de la que no se puede olvidar, durante un viaje a Nápoles.
"No voy a revelar detalles. Fue a poco de terminar la relación. Después de eso, nunca más volvió a repetirse. Yo tampoco me quedaba atrás. Una vez le tiré un bolso de cocodrilo... ¡Me había salido un dineral!", lanzó.
"Sólo recuerdo que dije ´¡basta!´y me sentí muy valiente. Había que enfrentarlo, porque reaccionaba pésimo".
Sobre el mito que circula sobre los moretones con los que se habría aparecido en la frente, la diva fue contundente: "¡Pero qué pelotudez! Son las cosas que se dicen para llenar espacios de panel. Conociéndome un poco, se darán cuenta de que nunca inventaría ninguna excusa".
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